Es uno de los documentos más antiguos de los archivos de Colomiers y es realmente conmovedor tener este manuscrito de 235 años ante tus ojos. Y es muy sorprendente constatar que los temas de quejas de los conciudadanos siguen casi vigentes dos siglos y medio después…
El documento, compuesto por media docena de hojas a doble cara y con una letra muy bonita y pluma de sargento mayor, resulta muy legible y comprensible siempre que se disponga de algunas claves para situarlo en la historia de Francia.
Estaba firmado en cada página por el juez Romiguière sobre “papel de trapo”, es decir, de fibras textiles, lo que explica su excelente conservación. Además del secretario Labarthe, las 27 denuncias están firmadas en la última página por una veintena de vecinos cuyos apellidos evocan claramente a los antepasados de determinadas familias columérinas.
Está fechado el 13 de marzo de 1789, unos meses antes de la Revolución Francesa. La principal preocupación de los franceses –en este caso los Columérins– se refería a la religión y a la gestión del culto, que son el tema de los dos primeros escritos, mientras que las tres cuartas partes de los demás se refieren a los impuestos.
Artículos 1 y 2 del cuaderno: “Que todos los prelados, abades, priores, canónigos y demás beneficiarios estén obligados a residir continuamente en sus lugares de beneficio” y “Que los arzobispos y obispos estén obligados a visitar personalmente todas las iglesias parroquiales de su diócesis al menos una vez al año…”
Otros pretenden eliminar el impuesto tributario o simplificar y reducir diversos impuestos, que se han acumulado desde la Edad Media: el impuesto, el diezmo, el impuesto de capitación, etc.
Ciertos agravios se refieren a los privilegios de los señores: molinos, palomares, conservación de bosques… y uno de ellos pide “que todos los ciudadanos sin excepción estén sujetos a la capitación en proporción a su capacidad” reclamando así más equidad.
Los demás temas se refieren a: los gastos del municipio, el reclutamiento de tropas, la reforma del Código Civil y Penal, la abolición del derecho de entrada de los productos alimenticios y en particular del vino en las ciudades, los alquileres de los inquilinos de las comunidades seculares o eclesiásticas. Y ya en 1789 se pedía “menos demora en la administración de justicia y en la resolución de los procesos”.
Después de ser enviado a París en 1789, “el Cuaderno de Agravios de la Comunidad de Colomiers” fue archivado por el municipio hasta el día de hoy, los de 2019 tras el movimiento de los Chalecos Amarillos también se conservan en los archivos municipales y departamentales.
