La CGT enumera en un mapa 286 planes de reducción de empleos en toda Francia desde septiembre de 2023. Se podrían eliminar hasta 200.000 puestos de trabajo.
Se trata de un documento que muestra la magnitud de la pérdida de empleos que se produce en Francia desde hace casi 15 meses. La CGT presentó el miércoles por la tarde un mapa de Francia que enumera todos los puestos de trabajo perdidos o amenazados entre septiembre de 2023 y noviembre de 2024.
En total, la organización sindical contabiliza 286 planes de reducción de empleo. Y pocas zonas geográficas se salvan del fenómeno que afecta especialmente al Gran Este, a la Alta Francia, a Normandía, al valle del Ródano y a buena parte de la costa atlántica.
El sector secundario se ve muy afectado por esta ola de planes sociales, ya que se han identificado 210 sitios industriales. En concreto, 70.586 están directamente amenazados o incluso eliminados, de los cuales 30.870 corresponden únicamente a la industria. Considerando las repercusiones indirectas en la industria, la CGT estima que el número de puestos de trabajo afectados varía en un rango de 128.250 a 200.330.
La metalurgia dañada
En detalle, el mapa muestra las grandes dificultades del sector metalúrgico ya que sólo él incluye 13.000 puestos de trabajo directos eliminados o amenazados. Esto es casi el doble de lo que eliminan o amenazan las industrias químicas y sus 7.000 puestos de trabajo directos. Estos dos sectores de actividad ilustran la crisis industrial que se observa desde hace varios años en el sector del automóvil y que se está extendiendo entre los fabricantes de equipos.
Invitado de BFMTV, el secretario confederal de la CGT, David Gistau, había sufrido el cierre de la fundición SAM en 2021. “En su momento, habíamos alertado a Bruno Le Maire y a Emmanuel Macron sobre el contexto de la subcontratación de fabricantes de equipos para automóviles y nada “no ha sucedido. Se ha hecho todo lo posible para evitar lo que se ha extendido desde entonces”, señala con amargura. El representante sindical lamenta que “los trabajadores, sus familias y los territorios” sean siempre los primeros en soportar el peso del tiempo de adaptación necesario para que los fabricantes de equipos y de automóviles pasen de los motores térmicos a los modelos eléctricos.
“La situación está empeorando porque el precio de los vehículos eléctricos es extremadamente alto y los franceses, como muchos europeos, no pueden permitirse el lujo de comprarlos hoy”.
Denuncia, por tanto, la estrategia de los grandes fabricantes franceses que están deslocalizando la fabricación de automóviles a países donde los costes de producción son más bajos, como Rumanía o China: “El deseo no es hacer vehículos accesibles sino tasas de beneficio cada vez más altas y esto plantea la cuestión : ¿Cómo puede el Estado subvencionar a Renault y Stellantis sin exigirles que se abastezcan de fabricantes de equipos franceses?
Una aceleración en el número de planes sociales
Por su parte, el sector terciario no se queda fuera ya que el comercio ha visto perdidos cerca de 10.000 empleos directos, a los que se suman 6.000 en el sector bancario y de seguros. Lo mismo ocurre con el sector público y, más particularmente, con los sectores sanitario y social recientemente afectados por un resurgimiento de los planes de recorte de empleos.
Como tal, esta aceleración es una tendencia observada en general, ya que se implementaron no menos de 120 planes de eliminación de empleos durante el período de julio a noviembre de 2024, la gran mayoría de los cuales (99) desde el inicio del año escolar. Entre los más sonados están los anunciados por Auchan y Michelin a principios de mes o más recientemente por ArcelorMittal.