Ya cuestionada este verano por su distribución masiva de plástico cuando era patrocinadora y vendedora oficial de bebidas para los Juegos Olímpicos de París 2024, el gigante Coca-Cola es blanco de una denuncia de la ONG France Nature Environnement, reveló este miércoles 27 de noviembre. . La organización ataca a la firma por “greenwashing” o “prácticas comerciales engañosas”.
En su comunicado, la ONG detalla “una coreografía bien establecida” de Coca-Cola: “verter el contenido de una botella de plástico en un vaso, servirlo a una persona que luego cree tener en su poder un recipiente ecológico, luego deseche el recipiente fuera de la vista.
Sin embargo, el jefe de Coca-Cola Francia, Mickaël Vinet, afirmó en abril en France Info que aspiraba a “residuos cero” durante los Juegos Olímpicos, recuerda la ONG. Una ambición ecológica acompañada de anuncios en su momento como el despliegue de 700 fuentes y venta de botellas de vidrio reutilizables fabricadas con terefalato de polietileno (PET) reciclado. Además, Coca-Cola había asegurado que se recogerían botellas de plástico para su reciclaje.
6 millones de botellas de plástico vaciadas en vasos
Sin embargo, durante los Juegos de París 2024, de los 18 millones de bebidas vendidas, más de 6 millones de botellas de plástico fueron vaciadas en vasos reutilizables, según detalla el comité organizador olímpico. Sólo se sirvieron 9,6 millones de bebidas en fuentes o botellas de vidrio y se entregaron a los deportistas 2,2 millones de botellas de plástico recicladas.
“Estas acusaciones eran, por tanto, engañosas y pretendían mejorar la imagen de la marca ante el público en general”, afirma France Nature Environnement en su denuncia, consultada por la AFP. Este “subterfugio” le valió a Coca-Cola “la medalla de oro por el lavado verde”.
En el momento de las primeras denuncias con motivo de los Juegos, la empresa estadounidense explicó que tuvo que utilizar botellas de plástico en determinadas sedes olímpicas. El gigante americano indicó en un comunicado que era necesario encontrar las “mejores condiciones de seguridad y calidad alimentaria”, pero también “adaptarse a cada lugar y a sus limitaciones técnicas y logísticas”, citando entre estas llegadas el agua y la electricidad. la “superficie disponible” o “espacio de almacenamiento”.
El gigante de las bebidas sin alcohol había afirmado que estas botellas serían “seleccionadas y compactadas para ser recicladas”. Sin embargo, “el plástico tiene un impacto ambiental desde su producción”, recuerda Axèle Gibert, responsable de gestión de residuos de la FNE, quien también destaca la presencia de microplásticos en los líquidos que se beben en estas botellas.
La ONG aprovechó la última sesión de negociación del tratado global contra la contaminación plástica, que comenzó el lunes en Busan (Corea del Sur), para anunciar su denuncia.