Ottawa podría seguir los pasos de Estados Unidos y la Unión Europea al implementar derechos de aduana sobre los vehículos eléctricos chinos para evitar el dominio del país asiático en este mercado.
Se espera que el gobierno de Trudeau anuncie consultas públicas sobre los aranceles aduaneros que afectarían a cualquier vehículo eléctrico importado de China, informó Bloomberg, que habló con fuentes familiarizadas con el asunto.
Luego seguiría el ejemplo de la administración Biden, que decidió en mayo pasado cuadruplicar los derechos de aduana sobre los coches eléctricos fabricados en China. La Unión Europea hará lo mismo incrementándolos al 48% en determinados vehículos, se anunció la semana pasada.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, no dudó el jueves en criticar esta industria china, acusándola de utilizar normas laborales deficientes y energía contaminante para fabricar vehículos baratos.
“Si no actuamos rápidamente, estamos poniendo en riesgo los empleos de Ontario y Canadá”, dijo en X.
Oficialmente, Justin Trudeau indicó que mantuvo “conversaciones importantes” sobre este tema durante la cumbre del G7 a la que asistió la semana pasada en Italia.
“China está aplicando una política de exceso de capacidad intencional y dirigida por el Estado”, dijo a Bloomberg por correo electrónico Katherine Cuplinskas, secretaria de prensa de la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland.
“Es esencial proteger los empleos canadienses, la industria manufacturera y nuestras relaciones de libre comercio”, dijo.
