“Bélgica es favorita, pero todo dependerá del partido en sí”, dijo el domingo el técnico de Eslovaquia, Francesco Calzona, durante la rueda de prensa previa al partido. “Si jugamos bien, me conformaré con el empate. Espero que el equipo destaque, pero lo más importante será no perder”.
A diferencia de la de los Demonios, la enfermería eslovaca está desierta. “Tuvimos que lidiar con algunas lesiones durante la preparación, pero todo eso quedó atrás”, dice Francesco Calzona. “El grupo está bien: todos han entrenado y por eso todos están en buena forma”.
Los belgas, por su parte, sufrieron varias lesiones en defensa. “Estamos hablando del número 3 en el ranking FIFA. Bélgica tiene pocas deficiencias. Sus sustitutos son de alto nivel. Para lograr un resultado contra ellos, tendremos que estar arriba en todos los ámbitos”.
Calzona juega en un 4-3-3 ofensivo, apoyándose en un sólido trío defensivo, compuesto por Milan Skriniar, David Hancko y Stanislav Lobotka. Los Devils son buenos en el contraataque y los eslovacos corren el riesgo de ser sorprendidos. “Tenemos que jugar con presión, de lo contrario dejaremos demasiado espacio a Bélgica. Tenemos nuestro propio estilo, aunque es posible que esta vez no presionemos muy alto. No me preocupa demasiado el contraataque belga. También tienen otras cualidades, como mantener el balón en espacios reducidos.
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