Se sospecha que han impuesto abusos humillantes y ultraviolentos a un adolescente de 16 años. Siete personas, entre ellas cuatro menores de edad, dos de 13 y 14 años, fueron detenidas y puestas a disposición policial la mañana de este jueves, en las instalaciones del Servicio Departamental de Policía Judicial (SDPJ 92), antes de ser remitidas este viernes.
Se sospecha que participaron, en diversos grados, en el salvaje ataque perpetrado contra un joven el 10 de noviembre en un sótano de la ciudad de Pont-de-Sèvres, en Boulogne-Billancourt. La alerta la dio un vecino del lugar, que vio a la víctima caminando descalza por la calle, con aspecto demacrado y con el rostro hinchado.
Acogido por los servicios de emergencia, este adolescente de 16 años relató haber vivido una dura experiencia después de haber acudido a lo que creía que era un encuentro con una joven a la que habían abordado a través de la red social Snapchat. El adolescente nunca verá a esta joven. Por otro lado, se encontrará con al menos dos hombres que, tras esperarlo en el punto de encuentro, lo llevarán a la fuerza al sótano de la ciudad.
Un sótano donde el adolescente, según su relato, habría recibido patadas, puñetazos y golpes con un palo. Al parecer, sus atacantes lo desnudaron, le cortaron el pelo y también lo obligaron a beber orina antes de intentar violarlo.
Si bien la víctima explicó inicialmente que había sido atacada por “dos o tres hombres”, los investigadores de la PJ finalmente identificaron a siete personas potencialmente involucradas en este sórdido asunto. “Los siete fueron remitidos hoy (Viernes) como parte de una apertura de información por los delitos de violación en grupo, arresto, secuestro, secuestro o detención arbitraria con tortura o acto de barbarie, hurto en grupo, amenaza, asociación delictuosa y concierto para delinquir, y violencia agravada por tres circunstancias, seguida de incapacidad total por trabajo durante más de ocho días”, afirmó este viernes la fiscalía de Nanterre.
En cuanto al motivo de este encierro ultraviolento, la víctima, conocida ante los tribunales por delitos contra la legislación sobre drogas, había denunciado inicialmente una deuda de 4.000 euros relacionada con el robo de un teléfono móvil, del que era responsable.