Una amistad traicionada y un niño roto. Este es esencialmente el resumen de esta triste historia. Un hombre fue acusado el 6 de noviembre en París de “violación de una menor” antes de ser encarcelado. Este cuidador de 43 años es sospechoso de haber cometido, durante muchos meses, en la capital, violencia sexual contra una niña de 10 años, mientras cuidaba de ella para prestar un servicio a sus padres.
El caso comenzó el 22 de junio, cuando el padre y la madre de esta pequeña cruzaron la puerta de una comisaría distrital. Denuncian actos de abuso infantil cometidos contra su hijo por parte de un amigo de la familia. Esta servicial amiga se había ofrecido a cuidar a su hija todos los miércoles por la tarde mientras estaban en el trabajo. Habría aprovechado esos momentos, solo ellos dos, para satisfacer sus impulsos.
Frente a la policía, la joven víctima contará las repetidas violaciones que sufrió cuando acudió a la casa de este hombre. Los investigadores de la brigada de protección de menores son los encargados de llevar a cabo las investigaciones.
Las amenazas concluyeron cada ataque: el cuarentón le prohibió contar estos abusos. También le da regalos. Pero estos siguen siendo un medio para continuar con sus fechorías. “Dice que su atacante le dio un teléfono y un reloj conectado”, revela una fuente cercana al caso. Había instalado una aplicación en este dispositivo para poder filmarlo y escucharlo de forma remota. »
Los funcionarios recuperan la información contenida en este teléfono inteligente. Descubrieron mensajes inapropiados enviados al niño por el sospechoso. En algunos, llega incluso a escribirle diciéndole que quiere casarse con ella y que ella se convierta en la madre de sus hijos.
El 4 de noviembre, el hombre de 40 años fue detenido en su domicilio del distrito 18. La policía descubrió allí un altar decorado con iconos religiosos, pero también con fotografías y objetos pertenecientes a la niña. Gracias a la búsqueda y a la explotación del material informático, los investigadores comprobaron que el hombre consultaba habitualmente archivos de pornografía infantil.
Está detenido bajo custodia policial en los locales de la PJ, en Porte de Clichy. Durante las audiencias, este hombre tatuado niega los hechos de violación y espionaje a distancia a la víctima. Apenas admitió haber equipado a la pequeña con este reloj y este teléfono para vigilarla…