Una quincena de pastores, ocho perros y algunas pancartas se reunieron este jueves 21 de noviembre frente a los locales de la Dirección Departamental de Empleo, Trabajo, Solidaridad y Protección de la Población (DDETSPP) en Digne-les-Bains. El objetivo: apoyar a sus representantes sindicales, que acudieron a la DDETSPP para realizar una comisión paritaria con el fin de renegociar sus condiciones laborales.
“Nuestra principal exigencia ya es el respeto al Código del Trabajo. Actualmente nos pagan entre 35 y 40 horas mientras trabajamos casi 90“, declara Jean-Christophe Guichaoua, del Sindicato de Pastores de Paca, que lamenta que la Federación Departamental de Sindicatos Agrícolas (FDSEA), que representa a los agricultores y ganaderos, no haya acudido personalmente a la reunión.
La crisis invisible de la profesión
La lista de quejas de los pastores es muy larga: falta de pago de las horas realmente trabajadas, viviendas insalubres, equipos de trabajo sin soporte, etc.
“Entre calzado, ropa impermeable… Creo que nos sacamos unos 700 euros sólo por un pasto de verano, y lo pagamos de nuestro propio bolsillo.“, dice Marie*, una joven pastora de 23 años. Al igual que Marie, los pastores que vinieron este jueves a Digne para reclamar sus derechos dan testimonio de un creciente malestar en la profesión y de abusos recurrentes.
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