Durante un viaje a Chamonix, en Alta Saboya, este jueves 21 de noviembre, la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, hizo varios anuncios en el marco de un plan destinado a proteger los glaciares y sus ecosistemas, pero también a las poblaciones de estos territorios.
Los imprescindibles del día: nuestra selección exclusiva
Cada día, nuestro equipo editorial reserva para usted las mejores noticias regionales. Una selección solo para ti, para estar en contacto con tus regiones.
France Télévisions utiliza su dirección de correo electrónico para enviarle el boletín “Los imprescindibles del día: nuestra selección exclusiva”. Puede darse de baja en cualquier momento a través del enlace al final de este boletín. Nuestra política de privacidad
La ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, viajaba este jueves 21 de noviembre a Chamonix, en Alta Saboya. Durante la misma, aprovechó para presentar un plan que tiene como objetivo proteger los glaciares y sus ecosistemas. Pero también para proteger a las poblaciones contra los peligros relacionados con su derretimiento. El ministro dijo: “Nos damos cuenta de cuánto tenemos que perder si no actuamos ahora.“.
Los Alpes y los Pirineos son particularmente vulnerables al calentamiento, con temperaturas que ya aumentaron 2°C en el siglo XX, en comparación con +1,4°C en el resto de Francia. Los glaciares franceses han perdido el 25% de su superficie en medio siglo y, a este ritmo, los científicos creen que casi no habrá más en 2100.
El año 2025 está asociado internacionalmente a la conservación de los glaciares, recordó el ministro, antes de discutir un plan de tres partes. El primero está más particularmente dedicado a la prevención de los riesgos relacionados con los glaciares, incluido “la creación de lagos y bolsas de agua subterránea que pueden romperse repentinamente y fluir hacia el valle“. Para protegerse contra esto, el ministerio recomienda realizar “dudas despejadas” en las 360 cuencas de riesgo identificadas en los Alpes.
Francia tiene, según los glaciólogos, unos 550 glaciares, incluido uno “mango pequeño” puede considerarse potencialmente peligroso para las poblaciones situadas aguas abajo. En el pasado ya se llevaron a cabo operaciones de vaciado de lagos glaciares en el Mont-Blanc, en los Altos Alpes o incluso encima de Tignes (Saboya).
Luego, el gobierno planea proteger mejor los glaciares, pero también los espacios naturales que aparecerán con su retroceso. La idea es promover un “biodiversidad (que) se reasienta en territorios completamente vírgenes“. Espacios que tendrán un “papel importante” para jugar. Según los científicos, contribuyen a la adaptación al cambio climático.
Y, por último, el plan prevé liberar fondos para reforzar el apoyo a los territorios montañosos mediante “revisar todos los mecanismos existentes, en particular el fondo Avenir Montagnes, para que contribuya más a la adaptación al cambio climático en las montañas“, según la oficina del ministro.
Todas estas medidas forman parte de un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC). Este último fue presentado en octubre por el Primer Ministro y tiene como objetivo preparar al país para las consecuencias de un aumento de las temperaturas de 4°C de aquí a finales de siglo.