Este martes se publicó en el sitio web de la prefectura un decreto relativo a la venta de tomates en Mayotte. Ante el riesgo de utilizar pesticidas prohibidos, los vendedores estarán “bajo vigilancia reforzada” durante los próximos cinco meses.
El prefecto de Mayotte ya había anunciado que perseguiría a los vendedores ambulantes de frutas y verduras, en particular ante el uso de pesticidas prohibidos. En un decreto publicado online este martes 19 de noviembre, la prefectura anuncia que los vendedores de tomates estarán sujetos a una “vigilancia reforzada“.
Todo comerciante, revendedor, minorista o mayorista debe “poder probar inmediatamente su origen mediante un medio documental de trazabilidad, como factura de compra, albarán de entrega, contrato de compra”, enumera el decreto prefectural. Estos documentos deberán permitir identificar el origen del lote o del establecimiento de producción. También se puede aportar un certificado de análisis que acredite el cumplimiento de la legislación vigente. De lo contrario, está prevista la retirada del mercado y la destrucción de estos tomates.
En la exposición de motivos del decreto, la prefectura sostiene que entre 2017 y 2024, las muestras tomadas de tomates en Mayotte por el DAAF detectaron en el 91% de los casos la presencia de pesticidas prohibidos, como el dimetoato, el ometoato y el clorpirifos-etilo. Estos productos se encuentran especialmente en la agricultura informal: todas las muestras tomadas de tomates incautados por el comité departamental antifraude no eran conformes.
Para ir a la raíz del problema, la prefectura publicó simultáneamente una orden que ordenaba “la destrucción de cultivos cultivados ilegalmente y con alta probabilidad de estar contaminados” con pesticidas prohibidos. Estas operaciones las lleva a cabo periódicamente la policía, como ocurrió hace dos semanas en Poroani.
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