Ni los enfrentamientos entre partidarios de los diferentes partidos ni los llamamientos a la violencia del Primer Ministro Ousmane Sonko han podido socavar la sabiduría democrática del pueblo senegalés.
En el espacio de seis meses, los votantes eligieron pacíficamente al Presidente Bassirou Diomaye Faye y acaban de concederle lo que parece ser una gran mayoría parlamentaria tras las elecciones legislativas del domingo pasado.
Una tradición en Senegal
Para Mamadou Mignane Diouf, coordinador del Foro Social en Senegal, es una tradición en Senegal.
“Los senegaleses siempre han votado, a pesar de los discursos, actitudes y actos de violencia que la clase política cometería o podría seguir cometiendo. A la hora de votar, salen tranquilamente de su casa para ir a votar y regresan sin nada que pueda manchar esto. acto de votar”cree Mamadou Mignane Diouf.
“Un nuevo tipo de Parlamento”
La gran mayoría que se espera en la Asamblea Nacional para Pastef, el partido gobernante, no es sin embargo un cheque en blanco para Bassirou Diomaye Faye y su gobierno, asegura Ibrahima Aïdara, director del departamento de políticas públicas del Laboratorio de análisis de las sociedades y de los poderes de la Universidad de Saint Louis.
“Afortunadamente, la oposición estará representada en el nuevo Parlamento, aunque sea una representación débil. Al dar la mayoría al partido gobernante, los senegaleses esperan un nuevo tipo de Parlamento. Los senegaleses ya no quieren este Parlamento mayoritario mecánico que, sin pensamiento, valida cualquier política pública propuesta por el poder ejecutivo”estima Ibrahima Aïdara.
Los jóvenes son los principales actores de esta nueva dinámica política. Si sus expectativas no se cumplen, advierte el coordinador del Foro Social, Mamadou Mignane Diouf, cabe esperar reacciones de descontento por parte de los jóvenes.
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