“Es como una punzada en el corazón, con muchas emociones”confiesa Vincent Michot, el hermano pequeño de los hermanos, en vísperas de recibir el premio en el concurso nacional Geste d’or 2024 en la categoría Familia Dorada. Desde 1977, toda esta familia trabaja para realizar importantes obras de renovación en el castillo Le Fournel en Villefranche-du-Périgord. Una larga historia, que comienza con una ruina, paredes completamente destruidas, un tejado con grandes abonados faltantes y vecinos que acudieron a ayudarse con piedra.
El trabajo de dos generaciones.
“Estando mi padre en la construcción, habiendo ya renovado edificios, se embarcaron en este proyecto”explica Pierre Michot, el hermano mayor que vive en el castillo desde hace casi ocho años. Durante todas las vacaciones escolares, Los niños ayudaron a sus padres. Los más jóvenes trabajaron durante 40 años para renovar este lugar.
“Llevamos unos cincuenta años renovando este montón de piedras, se desliza Pierre. Mi padre todavía tenía 75 años y todavía levantaba un muro él solo, ya fuera lunes o domingo, si había trabajo que hacer, lo hacíamos”. Ellos tienen rehecho todo durante muchos años, paredes, marcos y muchos otros proyectos.
Pasa por este castillo
Poco a poco van completó gran parte del trabajo que estaba esperando a esta familia. Nada más regresar, el menor de los dos hermanos se ve invadido por los recuerdos, en un lugar en el que ha invertido enormemente. “Es mucho tiempo, lágrimas, dolor, porque después de 50 años de trabajo, ha habido bastantes accidentes, nos cortaron los dedos, nos caímos del andamio, mi padre ‘te rompió la espalda’dice Vicente. Una historia grabada en el cuerpo, para quien se hizo cargo del negocio familiar en el sector de la construcción.
Este premio es una consagración para sus padres. Esto es lo que dicen los dos hermanos al unísono. Ambos quieren resaltar este aspecto, como prueba de la inversión de su padre en su titánica obra, cuyo coste ni siquiera se puede contar. El resto está suspendido por culpa de dificultades económicas. A partir de ahora se buscan mecenas para financiar el resto del proyecto, que podría ascender a más de 600.000 euros según sus estimaciones. “Es un edificio que dejará huellas para las generaciones futuras”se alegra Pierre Michot ante la idea de ver a sus hijos apoderarse de este lugar.