Un pequeño pueblo con grandes ideas. Bras-sur-Meuse, primer pueblo de Francia con menos de 1.000 habitantes en alcanzar 5 “@” (en 2018), es un pionero digital. O más bien su desarrollo al servicio de sus habitantes según el legado dejado por el ex alcalde, Julien Didry, que ya administraba la localidad cuando recibió su primera “@”, en 2007.
“Estamos viendo un claro aumento”
“Hoy en día, los encontramos también en Bar-le-Duc, Revigny, Saint-Mihiel, Montmédy, que fue creado por un antiguo voluntario de Bras, Jonathan Demmerlé, y finalmente en Damvillers, al que apoyamos”, explica Lorraine Caillas, la gerente. del Repair Café de Bras-sur-Meuse.
Si bien aún no se han revelado las cifras para 2024 – “pero ya estamos viendo un claro aumento”, asegura –, entre 2016 y 2023 pasaron por el Repair Café 1.060 objetos y 1.324 visitantes visitaron el Repair Café. Y sólo el 22,7% de los objetos han ennegrecido el Caja “no reparable”.
¿Cuales? “Al principio, mucha informática, pero rápidamente los electrodomésticos se convirtieron en mayoría y lo siguen siendo. También recibimos mucho equipo de música y textiles porque tenemos un buen equipo de costureras”, explica el gerente. Voluntarios, por supuesto. Como todas las manitas de gran corazón que trabajan en el Repair Café.
“Esto no es servicio postventa”
“Tenemos, por tanto, costureras, pero también especialistas en electrónica, mecánica, buenos “manitas” y otros, que desarrollan sus habilidades y conocimientos”, afirma Lorraine Caillas. De hecho, algunos visitantes han pasado al otro lado del mostrador a lo largo de los años.
Porque empujar la puerta de los cafés “engancha”, recuerda el gerente de una estructura que organizó el primer Encuentro de los cafés de Mosa, en enero de 2024. “No es un servicio posventa, donde dejamos un objeto que Vendrá a recuperarse una vez reparado. Las personas deben permanecer durante la reparación, aunque no intervengan. Algunos observan o iluminan con su teléfono, otros participan en las reparaciones: existen varios niveles de asistencia mutua. »
Cerrado en enero debido a la raclette.
Para resucitar una cafetera o remendar una prenda, el Repair café abre al público cada primer viernes de mes, de 19 a 22 horas. “Excepto en enero, porque está dedicado a la raclette para los voluntarios, y en julio y agosto, cuando también organizamos una barbacoa para los voluntarios”, concluye Lorraine Caillas. Reparar objetos, está bien, pero primero la convivencia.
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