¡París, capital de los gnoles! Desde 2013 y el levantamiento de la prohibición de la destilación intramuros, los alambiques se han multiplicado como las enfermedades respiratorias en una reunión de evangelistas. Actualmente hay seis en la capital: la destilería Paris, la Maison Hamelle, la Alambic Parisien, Baccae, la destilería Viaduc y la destilería Arbre Sec. Y todos te abrirán sus puertas de jueves a sábado esta semana. Aprenderá a elaborar ginebra (es necesario registrarse), descubrirá los secretos de los alambiques o asistirá a una clase magistral sobre aguardientes con Patrick Bouju, el líder del vino natural (en la destilería Viaduc, el sábado de 16 a 19 horas). Y por supuesto, como ya casi es Navidad, también podrás salir con botellas originales y locales.
En 1900 había en París cerca de 70 destilerías, que producían en su mayor parte absenta, el aperitivo entonces muy de moda. Esta proliferación de alambiques planteaba problemas de salud pública (los alcoholes adulterados dejaban a la gente ciega o loca), de seguridad (los alambiques de bricolaje explotaron) y de competencia desleal con el vino (según los viticultores de la época). Todo esto desembocó, bajo la presión de las ligas higienistas, en la prohibición de las destilerías artesanales a partir de 1915. ¡No fue hasta 2013, y tras la larga batalla administrativa ganada por los hermanos Julhès, que se volvió a instalar un alambique en París!