Es una de las joyas insólitas del patrimonio industrial bretón que el Mensuel de Rennes ha decidido poner en valor. Inaugurada en 1912, la lechería del Hermitage ha tenido varios propietarios, entre ellos la fábrica de galletas LU de Nantes en 1927. Allí se enviaba en tren leche, mantequilla y huevos para elaborar la famosa Petit Beurre. Vendido en 1966 a Bridel, hoy pertenece al grupo Lactalis y emplea a 350 personas.
Arquitectura original
Tejado de pizarra, torre cuadrada… Este pintoresco estilo inglés nos recuerda que el Reino Unido ha sido tradicionalmente un importante cliente para la exportación de mantequilla bretona. La fábrica contaba también con una fragua, una fundición, una carpintería, un aserradero, un hojalatero, una lavandería y… una pocilga, cuyos habitantes consumían restos de galletas y residuos de la fermentación de la mantequilla.
buque insignia local
A principios del siglo XX, la lechería Hermitage producía hasta 26.000 litros de leche al día. Contribuyó a hacer de Ille-et-Vilaine el principal departamento lácteo de Francia. A partir de 1968, L’Hermitage empezó a fabricar auténticos Camemberts bretones moldeados con un cucharón. ¡Los normandos se están estrangulando!
Director resistente
Durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los directores de la lechería, Eugène Allanic, hizo de su lechería una base de resistencia. Detenido por la Gestapo en febrero de 1944, fue deportado a Ravensbrück, donde murió. Una escuela primaria lleva su nombre.
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