Cada invierno se aplica la misma rutina. A mediados de noviembre, cuando empieza el frío, Martine Malvoisin se pone su chaqueta de la Cruz Roja y se integra a un equipo de tres voluntarios para recorrer las calles de Villeneuve. Este año, las redadas se reanudan la semana del día 18.
Después de una carrera en el sector sanitario en Villeneuve-sur-Lot, Martine partió por primera vez en 2020: “Empecé siguiendo a los demás voluntarios durante los saqueos, para observar. Lo que me interesa es poder crear un vínculo con estas personas. Salúdalos, habla con ellos; cosas que no hacemos fácilmente cuando pasamos junto a ellos en la calle. »
Localidad de colaboración
Para ser lo más eficaz posible, la Cruz Roja depende de una estrecha colaboración con las asociaciones locales. “Comenzamos haciendo un diagnóstico con el sistema 115 y la asociación Relais, que gestiona el CHRS [centre d’hébergement et de réinsertion sociale, NDLR]. Su misión es realojar a las personas en dificultades. Jugamos un poco el papel del carro escoba”, explica Jean-François Gary, presidente de la filial local.
En la parte trasera del vehículo de los voluntarios, material que distribuirán para intentar afrontar el frío: mantas, tiendas de campaña, chaquetas, ropa de abrigo, calcetines, bufandas, chaquetas, pero también sopas instantáneas, snacks, té y café. “Algunos están en la calle pidiendo limosna, pero todavía tienen un techo sobre sus cabezas; otros están en tiendas de campaña o durmiendo en sus vehículos, dice el gerente. A menudo, cuando entramos en contacto con personas, éstas no necesitan nada. Durante la conversación mientras tomamos un café, nos damos cuenta de que estarían encantados de tener cobertura o alojamiento. »
“Situaciones muy precarias”
“Intentamos orientarles y ver qué podemos hacer”, añade el voluntario de 62 años. Algunos pueden querer hablar, tener ropa abrigada o simplemente querer información. Están felices de poder charlar un poco. Lo difícil a veces es que no nos cruzamos con nadie durante el merodeo. Mucho mejor, pero nos preguntamos si no habrá gente que no hayamos visto…”
La Cruz Roja del Valle del Lot sigue buscando voluntarios para poder continuar sus salidas en buenas condiciones, sobre todo porque corren el riesgo de aumentar en caso de olas de frío. Están previstas algunas patrullas de observación antes de unirse a los equipos y después del entrenamiento de “Solidar”, para aprender cómo comportarse cuando llegue el momento.
“El número de personas a las que ayudamos varía según el año”, recuerda el director de la sucursal local. La temporada pasada no tuvimos mucha gente, lo que significa que la gente va directamente a la asociación de relevos. Pero siempre hay cuatro o cinco personas que se encuentran en situaciones muy precarias y no siempre las vemos a diario. »