La tensión está aumentando entre los agricultores, enormemente hostiles al acuerdo del Mercosur. Este enfado, ya alimentado por el exceso de burocracia y los bajos ingresos, tomó la forma de un llamado a la movilización nacional, a partir de este lunes 18 de noviembre. Lanzado por la FNSEA y los Jóvenes Agricultores (JA), la fuerza sindical dominante en Francia, llega en un momento en que los miembros del G20 se reúnen en Brasil.
¿Volveremos a ver cortes de carreteras en Bretaña en los próximos días, como en enero? No tan seguro, ya que las ramas locales de los sindicatos están mostrando, por el momento, posiciones más moderadas. Entre las 90 operaciones registradas por la FNSEA en Francia, sólo una se llevará a cabo en Bretaña, en la rotonda de Callac (22), el lunes. Franck Pellerin, secretario general de la FDSEA en Morbihan, explica: “Nuestro mensaje es simple: que no se firme el tratado Mercosur y que se haga obligatoria la indicación del origen de los productos. No hay necesidad de bloquear las carreteras y molestar a la gente que va a trabajar para transmitir este mensaje”. “La urgencia y la prioridad son terminar las cosechas, la siembra y traer los animales antes del invierno”, añade Nicolas Chesnin, productor lechero de Nivillac (56). Lo mismo ocurre con las JA de Finisterre, que por el momento no se plantean tomar ninguna medida.
“Puede desaparecer repentinamente”
Por parte de la Coordinación Rural, el segundo sindicato francés, las reflexiones están madurando. “Aún quedan cuestiones sobre las que necesitamos que se nos escuche, pero por el momento favorecemos el diálogo”, afirma Joseph Martin, presidente regional. Tercer sindicato, la Confederación Campesina ha elegido otros modos de acción. Su delegación de Ille-et-Vilaine participará este sábado en Isigny-le-Buat (50) en una manifestación contra el proyecto de la mayor fábrica de tomates de Europa, “para establecer el vínculo con la competencia orquestada a través del libre comercio”. acuerdos”.
Los tres sindicatos dicen que escuchan a sus miembros: “Es un poco como una olla a presión. Estamos bajo presión y esto puede empezar de repente”, advierte la FDSEA 56.
France