¿Cuándo apareció con fuerza en Bretaña este Octopus vulgaris, es decir, el pulpo común?
Philippe Le Niliot: “Lo vimos regresar hace poco más de cuatro años, por el sur de Bretaña. Actualmente también está presente en el norte de Bretaña. Los inviernos suaves favorecieron su reclutamiento en número. Al pulpo no le gusta el agua demasiado fría en invierno. Se estima que su población se ha estabilizado o incluso disminuido en el sur de Bretaña, pero que se mantiene bastante bien en el norte de Bretaña.
¿Cómo se explica su llegada masiva cuando se encontraba principalmente en el Mediterráneo?
“Encuentra alimento en nuestras aguas y resiste bien los inviernos suaves, con una temperatura del agua que no baja demasiado. En Bretaña ya se han producido fuertes aumentos de la población de pulpos, como en 1899 en la isla de Batz, donde los pescadores se movilizaron para capturarlos en grandes cantidades. El animal tiene una vida corta, alrededor de dos años. Muere cuando se ha reproducido por única vez en su vida, con hasta 100.000 huevos para los más fértiles”.
¿Dónde se encuentra especialmente en nuestras costas?
“En ambientes marinos rocosos donde encuentra escondites. Al pulpo no le gusta la corriente, hemos identificado en el canal cuatro grandes agujeros que hacen los pulpos para protegerse de la corriente y que les sirven de refugio. Es capaz de viajar largas distancias para buscar a sus presas. Lo ideal sería crustáceos y luego otros moluscos o peces pequeños”.
¿Come vieiras, si tiene oportunidad?
“Puede hacerlo abriendo todo tipo de mariscos con sus brazos y poderosas ventosas, antes de inyectarles una toxina. Hay otras presas que se consumen más fácilmente. Si evoluciona en el puerto de Brest, lo hace más bien en las zonas más profundas y rocosas, mientras que las conchas se encuentran en menos agua. Pero puede viajar un poco para conseguir su comida. Las puntas rocosas del puerto son un hábitat ideal para él, con agua menos fría en invierno”.
¿De dónde viene su fama de molusco inteligente o astuto?
“Es un molusco muy evolucionado pero sigue siendo un cefalópodo. Es posible que los griegos lo temieran y lo asociaran con el engaño. Sin duda estos ojos que se parecen a los de la cabra tienen algo que ver. De hecho, es el molusco más evolucionado, pero objetivamente sigue siendo incapaz de formular una opinión informada sobre el resultado de un partido de fútbol”.
¿Su poderoso pico y su veneno (una toxina capaz de matar a un animal del tamaño de un conejo) son de temer para el pescador o el buzo que lo captura?
“En realidad no, siempre intentará escapar, aunque sea muy territorial con sus compañeros. Hay poco riesgo de mordedura a pesar de que su pico es muy poderoso. Cabe señalar que el pulpo es muy popular entre las focas que viven en el puerto de Brest o en la meseta de Molen. Los pescadores bretones tardaron un poco, pero ahora lo buscan activamente, gracias al mercado español muy activo para esta especie”.
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