El asunto de la supuesta malversación de fondos en la Société Générale Senegal (Sgs), un escándalo que sacude al sector bancario del país, está adquiriendo una dimensión inesperada.
La investigación judicial sobre Dicko, detenido y encarcelado en septiembre de 2024 por graves cargos de falsificación, fraude y blanqueo de dinero, dio un giro importante esta semana. De hecho, tras una delegación judicial, la División de Investigación Criminal (DIC) detuvo a seis nuevas personas vinculadas al perito bancario. Entre los imputados se encuentran allegados a Dicko: su hermano, vecinos e incluso “socios” que, según la investigación, fueron beneficiarios de transferencias fraudulentas realizadas por el ex empleado de la Sgs.
Algunos incluso se han beneficiado de medidas menos severas, como un brazalete electrónico, mientras que otros están sujetos a supervisión judicial, a la espera de la evolución de la investigación.
Este último giro sólo amplifica la escala del asunto. En efecto, si los daños inicialmente estimados en 1.911 millones de FCFA ya habían escandalizado a los observadores, fueron reevaluados en 3.400 millones de FCFA, lo que aumenta la gravedad del escándalo. Libération subraya el alcance de este fraude que afecta a uno de los establecimientos bancarios más grandes del país, destacando las fallas en el sistema de control interno de los Sgs.
La red de complicidad parece mayor de lo esperado y las revelaciones sobre los nuevos acusados corren el riesgo de ampliar aún más el espectro de este asunto de gran escala. La pregunta ahora es hasta dónde puede llegar esta investigación y qué otras cabezas rodarán en este escándalo financiero. La sociedad senegalesa, al igual que la del sector bancario, espera con impaciencia lo que sucederá a continuación.
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