“Estamos a dos kilómetros del Estadio de Francia y tenemos que hacernos escuchar hasta allí: ¡Y viva la lucha del pueblo palestino! »Varios centenares de personas se reunieron este jueves, alrededor de las 18.30 horas, en la plaza del Frente Popular de Saint-Denis (Seine-Saint-Denis) para decir “no al partido Francia-Israel”. Una vez anunciada frente al ayuntamiento, la concentración fue autorizada pero desplazada por la jefatura de policía de París, que quería evitar flujos de espectadores y manifestantes que se cruzaran en el centro de la ciudad.
El diputado de Seine-Saint-Denis Éric Coquerel (LFI), que había presentado esta solicitud de manifestación a la prefectura, fue uno de los primeros en hablar. En particular, denunció “la presencia del Presidente de la República Francesa, del Primer Ministro, del Ministro del Interior y de dos ex presidentes (Nota del editor: Nicolas Sarkozy y François Hollande)” en las gradas del recinto dionisíaco.
“¿Cómo quieren que Benyamin Netanyahu escuche un mensaje?”, pregunta el parlamentario rebelde ante el público. Puedes continuar: a Francia no le importa, Francia mira hacia otra parte. O mejor dicho, está viendo un partido de fútbol. » El funcionario electo incluso saludó “una primera victoria”. “En el estadio sólo habrá 20.000 espectadores”, subraya. Los aficionados de la selección de Francia boicotearon este encuentro. » Los aplausos resuenan en toda la plaza.
Karima, una maestra de jardín de infancia de 59 años, acudió como vecina “para protestar contra lo que ocurre desde hace más de un año en Israel y la Franja de Gaza”. “Todos deben vivir en paz”, añade. Este partido es una provocación: hay 4.000 policías alrededor del estadio mientras que dentro no habrá nadie…”
Para este estudiante de 27 años que vive en Saint-Denis, “el deporte es obviamente político”. “Cuando organizamos un partido como este, es como si estuviéramos brindando apoyo al Estado de Israel”, continúa el hombre que siente “mucha injusticia” por la situación actual en Oriente Medio.
“Partido de la Vergüenza”; “No jugamos al genocidio”… La concentración continuó con los discursos de numerosos grupos de apoyo al pueblo palestino y al pueblo libanés, y discursos muy exigentes contra los gobiernos francés e israelí. Todo ello bajo la mirada de numerosos periodistas franceses y extranjeros. La multitud se dispersó pacíficamente alrededor de las 8 p.m.