Un nuevo incidente de violencia ha empañado la imagen del fútbol amateur. Este martes 12 de noviembre de 2024, el tribunal penal argentino (Orne) emitió su veredicto: un joven jugador de 19 años, integrante del equipo de Briouze, fue condenado por agredir a un árbitro durante un tenso partido en Gacé, en Orne. Este episodio sigue a una tarjeta roja enviada por un gesto provocativo: un dedo medio.
El árbitro agredido y teniendo un ataque de asma
Según -, los hechos se remontan al 27 de mayo de 2023. Durante este tenso encuentro entre los equipos Gacé y Briouze, un joven árbitro fue atacado por dos jugadores tras haber sancionado a uno de ellos. El primer jugador lo derribó al suelo y le apretó el cuello, mientras que el segundo le golpeó en la espalda cuando intentaba refugiarse en el vestuario. La agresión dejó al árbitro en shock, provocándole un ataque de asma. Posteriormente presentó una denuncia y proporcionó a la policía información precisa sobre los atacantes, incluidos números de camiseta e identidades.
Examinado médicamente, el árbitro recibió una incapacidad laboral total (ITT) de tres días. También recibió apoyo psicológico durante un mes para superar el trauma y reclama 500 euros de indemnización.
Un imputado que rechaza la versión de los hechos
Sólo uno de los agresores fue juzgado este martes: el joven acusado de golpear al árbitro. Él niega los hechos tal como los presenta y afirma que “sólo lo empujó” en un momento de ira. El otro jugador implicado ya ha sido juzgado por un tribunal de menores.
La madre del árbitro, que presenció la escena, expresó su sorpresa por la agresión de su hijo y destacó que no notó ningún comentario racista durante el partido. Desde este incidente, evita acudir a los partidos por miedo a revivir un acontecimiento así.
Un llamado al fin de la violencia deportiva
El fiscal subrayó la necesidad de una sanción disuasoria. “La violencia en el lugar debe cesar”, insistió el fiscal, solicitando un curso de ciudadanía para los acusados, bajo pena de multa de 600 euros en caso de incumplimiento.
¿Racismo en las gradas?
El abogado del acusado habló de insultos racistas provenientes de las gradas, indicando gestos humillantes como imitaciones de monos. “Desafortunadamente, nos enfrentamos a una trivialización de los comentarios racistas en el fútbol”, dijo, añadiendo que su nervioso cliente nunca tuvo la intención de recurrir a la violencia.
Al final, el tribunal siguió las solicitudes del fiscal. El joven jugador también tendrá que pagar 400 euros al árbitro por los daños sufridos.