Eran las 10:45 horas cuando Jorge Sampaoli apareció este miércoles en el campo de entrenamiento profesional del Stade Rennais. Casaca negra con escudo rojo y negro, sombrero atornillado a la cabeza y las manos en los bolsillos, el técnico argentino abrió el primer cuarto de hora a la prensa. Lo mismo hará el jueves y el viernes, porque no tiene nada que ocultar y sabe lo importante que es la comunicación en el fútbol.
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Con sus tres ayudantes (Diogo Meschine, Pablo Fernández y Marcos Fernández) y el resto de la plantilla en su lugar, tenía a su disposición catorce jugadores de campo y dos porteros. Once jugadores se han incorporado a su selección y estarán de baja durante los próximos ocho días. Estuvieron presentes: Silistrie y Gallon (porteros), Hateboer, Matusiwa, Blas, Santamaría, Jota, Meister, Faye, Assignon, Truffert, Nagida, Cissé y Maboulou.
Con un frío intenso y un viento fresco que nos recordaba que se acerca el invierno, los jugadores realizaron un toro antes de emprender un ejercicio de movimientos y pases. Durante el cuarto de hora abierto, Sampaoli dejó que sus sustitutos tomaran la iniciativa, manteniéndose discreto al borde del campo. ¿Fue más vocal después? El técnico tiene trabajo que hacer para reanimar a un equipo que atraviesa grandes dificultades desde el inicio de la temporada.
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