En Alto Loira, los cierres de las plantas de Michelin en Vannes o Cholet no dejan indiferentes a los 500 empleados de la planta de Blavozy. La producción en el sitio se detendrá hasta principios de enero. La zona residencial está preocupada. Los negocios y la vida social están estrechamente ligados a la actividad de la fábrica instalada desde hace más de cuarenta años.
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En Blavozy, en la conurbación de Puy-en-Velay, la fábrica de Michelin vive al ritmo de los tres ochos y de la producción de neumáticos para maquinaria de construcción minera. Un nicho de mercado destinado a la exportación. Hoy la actividad es lenta y las máquinas estarán paradas durante seis semanas. Un empleado indica: “Como cualquier empleado de una empresa, estamos preocupados. Es obligatorio, dado lo que escuchamos. Sólo podemos estar preocupados”. Otro empleado destaca: “Entendemos que hay muchos problemas como la guerra. Pero Michelin obtuvo grandes beneficios el año pasado. Hay muchas preguntas que siguen sin respuesta”.
En la localidad de 1.700 habitantes, el destino de la fábrica no deja indiferente. Michelin se consolidó a finales de los años 70: es el mayor empleador de Blavozy. Daniel Derail, carnicero, dice: “En aquel momento, recibir a Michelin era todo un acontecimiento. Fue bueno para todos. Ojalá dure. No creo que haya demasiadas preocupaciones. Hay un período de paro pero todos esperan que vuelva a empezar”. Stéphane, barman, tiene como clientes a antiguos trabajadores de Michelin y a empleados actuales que se enfrentan al desempleo parcial desde hace varios años. Stéphane Lallemand, propietario del bar, precisa: “Vemos por televisión que las fábricas van a cerrar y que la ciudad de Blavozy puede empezar a preocuparse. Michelin es enorme para la ciudad, con más de 500 empleados. Sería una verdadera lástima cerrar este sitio esencial para la vida de Blavozy.”.
Algunos empleados de Blavozy se sumarán a la manifestación organizada en Clermont-Ferrand este miércoles 13 de noviembre. Hervé Bancel, representante sindical de la CGT en Michelin Blavozy, insiste: “Alertamos a toda la población porque hoy en día hay 500 empleados en Blavozy. Mañana, si el sitio cerrara, habría repercusiones en toda la economía.”.
La producción muy particular del sitio puede dar esperanzas de una buena continuación de la actividad, pero el paro parcial anunciado a finales de año no es una señal muy tranquilizadora.