ESTADOS UNIDOS
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Según la prensa estadounidense, el presidente electo habría elegido al senador de Florida para que fuera su secretario de Estado.
Leales, escépticos de China y floridanos: estas parecen ser, por el momento, las cualidades que necesita Donald Trump para unirse a su equipo de política exterior. Apenas una semana después de su reelección, a más de dos meses de su regreso a la Casa Blanca, el presidente electo anuncia estos días el casting de su futura administración, desde su campo de golf de Mar-a-Lago. Y para el puesto de secretario de Estado, parece haber puesto su mirada en el senador de Florida Marco Rubio. Trump aún no ha confirmado su nombre como jefe de la diplomacia estadounidense, nombramiento que deberá ser confirmado por el Senado, pero la prensa estadounidense lo anuncia en forma condicional desde el lunes.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense habría pedido al representante de Florida, Mike Waltz, que asumiera el papel muy estratégico de asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca. El oficial retirado de las fuerzas especiales desempeñó este cargo bajo el vicepresidente Dick Cheney durante la administración de George W. Bush. Dos futuros arquitectos de la política exterior de Trump, con opiniones más decididas e intervencionistas que las del 47º presidente de los Estados Unidos, que hizo campaña con su línea aislacionista de “Estados Unidos primero”, afirmaron ser capaces de
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