“Vivimos al ritmo de las mareas, de los vientos y de la luna”, se entusiasma Aurélien Noble, residente en Brouage, guardia privado de la ACM, la asociación para la gestión de la caza marítima del departamento. El hombre confirma que es posible cazar en la costa de Charentais-Maritime, en determinadas zonas de la isla de Ré, Oléron, Seudre, Marennes, Port-des-Barques. Incluso en Saint-Froult, cerca de la reserva natural Moëze-Oléron gestionada por la LPO (Liga para la Protección de las Aves). “Nos ponen obstáculos, pero todos los estudios de impacto han demostrado que nuestra actividad cinegética es neutra con respecto al medio ambiente”, explica Aurélien Noble. Los cazadores costeros se centran en las aves acuáticas, en particular gansos, patos y aves zancudas.
“Es una forma de vida en la que a veces no matamos nada, somos amantes de la costa”, insiste el cazador de Brouageais. La caza marítima está abierta desde el 5 de agosto pero “en zonas turísticas nos abstenemos y esperamos hasta el 16 de septiembre para empezar”. Las armas se callarán a partir del 31 de enero.
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