Al igual que los monumentos emblemáticos de la ciudad, el Hombre de Azul ha inspirado en numerosas ocasiones en los últimos años a artesanos, artistas y creadores de contenidos de Limoges y su región.
De todos modos, fui a Limoges.
Mayo de 2012. El programa corto de humor. Brevede y con Kyan Kojandi, emitida en Canal +, es un éxito y las parodias abundan en YouTube. El actor Julien Pestel, conocido sobre todo por sus apariciones en los sketches de Palmashow, decidió realizar una versión dedicada a Limoges, la ciudad donde estudió.
Ryan Lafarge, caprichoso bibliotecario y camarógrafo de BFM, interpreta el papel de un turista que, por capricho, decide subirse al primer tren y acaba por casualidad en Limoges. Durante su paseo por la capital del Lemosín, se cruza con dos famosos ciclistas locales: Raymond Poulidor y el Hombre de Azul.
Doce años después de su publicación en línea, De todos modos, fui a Limoges. Tiene casi 600.000 visitas.
lhommeenbleu.fr
En 2013, la revista web El hombre de azul nació. Desde hace once años, este sitio web dirigido por una treintena de voluntarios destaca las buenas ofertas y las novedades que descubrir en la ciudad, en particular sus bares y restaurantes, y también organiza diversos eventos.
Regularmente presentaba a un personaje vestido con un mono y botas de goma en videoclips humorísticos –siempre amigables– o promocionales, en colaboración con camarógrafos locales.
El equipo anunció recientemente el fin de su actividad y prometió una velada de despedida en 2025. Sin duda, esto no dejará de rendir un vibrante homenaje a quien inspiró esta aventura.
Un frijol con su imagen.
En enero de 2020, la pastelería Saint-Thérèse, en Limoges, había adornado, con motivo de la Epifanía, sus galettes des rois con una colección de frijoles inspirados en los símbolos de la ciudad y de la región: un globo de baloncesto, castañas, un la vaca, la estación Bénédictins, un plato de porcelana, el CRIL y… ¡el Hombre de Azul en su bicicleta!
¿Un primo hermano?
Incluso lejos de casa, los Limougeaud siempre sintieron un poco de nostalgia por este personaje cuando se toparon con un ciclista vestido todo de azul.
En 2014, Adeline, una expatriada feytiacoise en Leipzig, Alemania, nos envió la foto de una prima lejana de Jean-Marc, vista cerca de su casa.
Era también el Hombre de Azul, un personaje atípico, un poco fuera de tiempo, identificable a primera vista, que contribuyó –y seguirá contribuyendo durante mucho tiempo– a su pesar, al apego de Limougeauds a su ciudad.
Pedro Dumas