Yves-François Blanchet finalmente tuvo acceso al informe de la comisión parlamentaria especial sobre injerencias extranjeras al que tuvieron acceso los demás dirigentes, excepto Pierre Poilievre, el único que se negó a leerlo.
“Demuestra claramente que el Bloque Québécois no está implicado en modo alguno en el fenómeno de la injerencia extranjera”, comentó el jueves el líder del Bloque.
Después de leer el informe, Blanchet afirma que los demás dirigentes tienen que “reflexionar” sobre cómo garantizar que sus diputados y candidatos en futuras elecciones no sean víctimas de espionaje, o incluso que se espíen ellos mismos.
El público ha tenido acceso durante meses a una versión redactada del informe del Comité de Parlamentarios sobre Seguridad Nacional e Inteligencia, un grupo especial formado por funcionarios electos de todos los partidos a sugerencia del Primer Ministro Justin Trudeau.
Sólo estos funcionarios electos, los líderes de los partidos representados en el Parlamento y algunos altos funcionarios gubernamentales tienen derecho a obtener la autorización de seguridad necesaria que les permita leer la versión completa del informe.
El señor Blanchet obtuvo recientemente su autorización de seguridad y acaba de leer sólo una parte.
“No es una lectura de cabecera”, bromeó. “Muestra lo que podemos esperar de un servicio de inteligencia que, en mi opinión, está muy bien documentado y muy desarrollado”.
Pierre Poilievre es ahora el único dirigente del partido que no ha leído el informe. Se niega a hacerlo con el pretexto de que podría amordazarlo.
Durante su visita a la comisión Hogue sobre la interferencia extranjera el mes pasado, Justin Trudeau declaró que tenía “una lista” de parlamentarios conservadores anteriores y/o actuales que habrían participado, a sabiendas o no, en la interferencia extranjera.
Poilievre había acusado a Justin Trudeau de mentir y exigió que Trudeau hiciera pública esta lista de nombres.
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