Laetitia y Éric Barranger dejaron París para instalarse en Truffière des Mérigots en Gabillou, donde cultivan trufas negras del Périgord y ofrecen estancias gastronómicas únicas. Un lugar dedicado a la convivencia y el placer.
Llegó de París hace ocho meses, Laetitia y Eric Barranger han reanudado la Truffière des Mérigotssituado en Gabillou, no lejos del castillo de Hautefort. Estos amantes de la gastronomía francesa, antiguos cocineros y pasteleros, ahora florecen en su “segunda vida” Périgourdine. Esta plantación de trufas de 5 hectáreas, rica en 1600 árboles de seis especies diferentes, demuestra su apego a la biodiversidad, garantizando la calidad y la sostenibilidad de su producción de trufas biológicas certificadas.
Estancias gastronómicas llave en mano
La Truffière des Mérigots no se limita a la producción de trufas. Laetitia y Eric organizan allí estancias gastronómicas de diciembre a marzo, ofreciendo a los visitantes una inmersión total. Estas estancias incluyen habitaciones, comidas caseras elaboradas con productos locales y el descubrimiento de la cueva junto a su perro, un pastor australiano adiestrado desde los tres meses. Los invitados también participan en talleres culinarios en los que se destacan las trufas de verano y de invierno, seguidos de una degustación de platos elaborados por la pareja.
Diversificación y pasión compartida
Además de su producción, Laetitia y Éric han invertido en el desarrollo turístico. Reciben tanto visitantes individuales como empresas para seminarios. Los menús que se ofrecen varían, con platos como tortilla de trufa y helado de vainilla con virutas de trufa. Un enfoque sencillo y auténtico que realza este noble producto. La pareja también se integra a la red local, participando en eventos como “Trufas locas” y colaborando con productores locales para ofrecer experiencias enriquecedoras.
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