El Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas (Inrap) llevó a cabo dos excavaciones preventivas contiguas en Aleria en casi 3.000 m². Este trabajo reveló la presencia de un taller de azulejos del siglo I d.C. situado en la orilla norte del Tavignano. “La actividad de producción de azulejos sigue una ocupación de la Primera Edad del Hierro materializada por varias decenas de estructuras huecas e instalaciones de piedra, dentro de las cuales encontramos abundante material cerámico autóctono asociado a varias apariciones de importaciones etruscas”, detallan los arqueólogos.
Una operación de arqueología preventiva en el origen del descubrimiento
Tras una primera intervención de abril a julio, un equipo de arqueólogos del Inrap está realizando actualmente (desde septiembre hasta diciembre) una segunda excavación preventiva en la localidad de Aléria (Alta Córcega). Estas excavaciones fueron ordenadas por el servicio de arqueología regional (Drac de Corse) antes de la construcción de casas individuales.
“Al pie de la vertiente sur de la pequeña colina que domina el estanque de Diana, vestigios de la primera Edad del Hierro atestiguan una primera fase de asentamiento humano en este lugar. La ocupación se materializa mediante una cincuentena de estructuras, huecas o de piedra, que produjo material cerámico autóctono y de importación etrusca, así como un importante corpus de herramientas macrolíticas”explican los científicos.
La excavación permitió así poner de relieve un sector completo de actividad artesanal, donde son identificables todas las etapas de la cadena operativa de fabricación de tejas.
Junto a él, se utilizaba un almacén, rodeado de contrafuertes y equipado con un sótano, para almacenar los productos terminados. Los arqueólogos también encontraron pozos con desechos relacionados con la producción, así como un tramo de camino que conduce al taller.
En las afueras de esta zona artesanal se identificó un pequeño complejo funerario compuesto por ocho enterramientos, principalmente en carcasa de teja, con algunos objetos funerarios. La acidez del suelo impidió la conservación de los huesos, pero se encontró una urna y algunas ofrendas de cerámica y vidrio. Este contexto funerario parece contemporáneo del taller del tejedor.
Las investigaciones en laboratorio continuarán a principios de 2025 para profundizar los análisis, perfeccionar las dataciones y arrojar luz sobre estas sucesivas ocupaciones.
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