A medida que se acerca la semana mundial de sensibilización sobre la resistencia a los antimicrobianos (del 18 al 24 de noviembre), Public Health France hace un balance del consumo de antibióticos en Francia.
“En 2023, las prescripciones de antibióticos en la medicina comunitaria se han estabilizado (-0,2% respecto a 2022), indica la organización. Según un indicador expresado en dosis diarias definidas (DDD) de antibióticos (por 1.000 habitantes), el consumo cayó un 3,3% respecto a 2022. Después de 2 años consecutivos marcados por un aumento en el uso de antibióticos, las cifras de 2023 forman parte de la tendencia de descenso moderado pero constante observada antes de la pandemia de Covid, desde 2013.”
Una mejora en 20 años
“Todos recordamos el lema ‘Los antibióticos no son automáticos’, lanzado en 2002, señala el doctor Antoine Juhel, que ejerce en la Costa Azul. Estas campañas de sensibilización son importantes y tienen un impacto real. También hemos visto una clara mejora en el consumo de antibióticos en los últimos 20 años”.
El resultado, según él, también se debe a una mejor formación de los médicos. “Hay un aspecto generacional, los métodos de aprendizaje y la ciencia han evolucionado, explica el médico de cabecera. Los nuevos médicos prescriben menos. Y si seguimos siendo un país muy prescriptivo, tenemos que ver desde dónde partimos, desde muy lejos”.
Una medida que reduciría la cantidad de antibióticos utilizados y por tanto la resistencia a los antibióticos sería “luna prescripción de comprimidos en la cantidad necesaria únicamente, él detalla, para evitar excedentes, automedicación, pérdidas… Pero esto requeriría una verdadera voluntad política”.
El especialista en salud también señala que en ocasiones todavía son necesarios los antibióticos. “Después del Covid, hemos visto variaciones en las epidemias que requerían su recurso: amigdalitis bacteriana, tos ferina, neumonía por micoplasma, escarlatina…”
Recetas más importantes en Paca
Las prescripciones y el uso de antibióticos difieren según la edad y el sexo de los pacientes, pero también según los territorios. Así, el estudio observa un descenso de las recetas destinadas a niños menores de 5 años, con un número ahora ligeramente inferior al de 2019.
Se observa un mayor consumo general entre las mujeres. En 2023, el 56,2% del consumo de antibióticos en dosis diarias definidas y el 59,1% de las prescripciones correspondieron a mujeres, mientras que la proporción de mujeres en la población fue del 51,7%. También se observa un aumento del consumo entre las personas mayores de 65 años.
Y, finalmente, surge una fuerte disparidad regional, en particular con un mayor consumo y prescripciones en las regiones de Córcega y Paca. “Me resulta difícil explicar estas disparidades, reconoce Antoine Juhel. Esto puede deberse a que la región cuenta con una gran cantidad de especialistas, que atraen pacientes de fuera de Paca, y quizás también se deba a la importante cantidad de turistas”.
Evolución de las prescripciones según profesionales
Mientras que las prescripciones de antibióticos por parte de los médicos generales disminuyeron un 1,3%, las de los dentistas y los médicos especialistas aumentaron un 1,4% y un 4,6% respectivamente. En cuanto a los dentistas, sus recetas han aumentado desde 2013 (+0,7% anual de media) y, a pesar de la caída observada en 2020, en 2023 superaron el nivel alcanzado en 2019.
Una campaña de prevención a mediados de noviembre
En 2022, Francia siguió siendo el quinto país con mayor consumo de antibióticos en Europa. “Además, es fundamental continuar con los esfuerzos educativos entre los profesionales de la salud y los pacientes para fomentar el uso adecuado de los antibióticos y así frenar el desarrollo de bacterias resistentes. subraya Salud Pública Francia. Que suma esfuerzos con el Ministerio de Salud y Acceso a la Atención y Seguros de Salud en la campaña de prevención transmitida desde el 18 de noviembre. “Antibióticos: cuidarse bien es primero usarlos bien”.
Un mensaje necesario cuando sabemos que más de 39 millones de personas en todo el mundo corren el riesgo de morir directamente a causa de bacterias resistentes a los antibióticos de aquí a 2050, según un estudio publicado el pasado mes de septiembre.
“La disminución de las prescripciones y del consumo de antibióticos en 2023 en Francia es una señal alentadora. Sin embargo, todavía estamos lejos del objetivo de menos de 650 prescripciones por cada 1.000 habitantes al año”. concluye la Dra. Caroline Semaille, directora general de Salud Pública de Francia.
Para saber más sobre infecciones y antibióticos: www.antibiomalin.fr