Francia acaba de vivir un mes de octubre extraordinario. Después de un mes de septiembre que fue el más lluvioso en 25 años, nuevas oleadas de precipitaciones han azotado en las últimas semanas gran parte del país, provocando inundaciones repentinas e inundaciones masivas con efectos devastadores.
Estos fenómenos incluyen, en particular, las depresiones mediterráneas y los episodios de las Cévennes, que, según los científicos, se están intensificando bajo el efecto del cambio climático. Sin embargo, esto es menos evidente con el reciente paso de Kirk, un ciclón tropical que se convirtió en huracán de categoría 4, degradado a simple depresión cuando arrasó gran parte del territorio el miércoles 9 de octubre.
Hasta la fecha, ningún huracán ha azotado Europa. Sin embargo, en un clima cada vez más cálido, es razonable temer que los fenómenos tropicales puedan acabar reteniendo más potencia y humedad a medida que avanzan hacia nuestras costas.
Para descifrar la diversidad de fenómenos meteorológicos ventosos y lluviosos que afectan a Francia y evaluar la amenaza de un posible aumento de los fenómenos en latitudes bajas en el contexto del cambio climático, entrevistamos a Fabrice Chauvin, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas (CNRM). de Météo-France y especialista en ciclones tropicales.
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