El éxodo está confirmado. Según un estudio publicado por el INSEE el 31 de octubre, París parece estar perdiendo habitantes desde hace muchas décadas. Esta tendencia se inició incluso en los años 1950 y 1960. En el último período, de 2015 a 2021, la capital ha perdido una media de 12.200 habitantes cada año, o el 0,6% de su población. Según el último censo realizado en 2024, quedan 2,1 millones de parisinos.
Sin embargo, entre 2015 y 2021, el INSEE contabilizó más nacimientos que muertes en París, lo que provocó que la población aumentara un 0,6% cada año. Pero, por el contrario, el déficit migratorio hizo que éste disminuyera un 1,2%. A excepción de la década de 2000, de hecho hay más salidas de la capital que llegadas del extranjero o de las provincias. Sólo los jóvenes de entre 18 y 24 años llegan finalmente en masa a la capital.
En general, París tiene el récord de densidad de población para una ciudad de Francia, pero sus habitantes están envejeciendo cada vez más. “Son, por término medio, mayores que los de la metrópoli del Gran París y los ejecutivos están sobrerrepresentados entre la población activa”, indica el estudio del INSEE. El nivel de vida medio es, además, el más alto a nivel nacional.
Hoy en día, el 23% de la población parisina tiene 60 años o más. Una cifra superior a la de la metrópoli del Gran París. Por tanto, la población envejece y no se renueva en proporción. La edad media de los parisinos será de 40,3 años en 2024. Y si las tendencias demográficas actuales continúan, París tendría 82.000 habitantes menos en 2040 que en 2020. Por el contrario, todos los demás departamentos de Isla de Francia verían crecer su población hasta 2040.
En cuanto a la naturaleza de los hogares parisinos, es muy diferente a la de los habitantes de la metrópoli del Gran París. Una gran proporción está formada por personas solteras (uno de cada dos hogares) y parejas sin hijos. “Cerca del 14% de las viviendas están sobreocupadas, es decir, el número de habitaciones es inferior a las necesidades correspondientes al tamaño del hogar que las ocupa”, asegura el INSEE. Una tasa más alta que en otras grandes ciudades francesas. En general, las viviendas pequeñas (de una o dos habitaciones) están sobrerrepresentadas y dos tercios de los hogares alquilan su alojamiento.
