Senegal se prepara para recibir su primer envío de gas natural licuado (GNL) a principios de 2025 procedente del proyecto Greater Tortue Ahmeyim (GTA), realizado en colaboración con Mauritania y la empresa BP. Este hito, que representa una inversión de 4.800 millones de dólares, se considera un impulso para el sector energético senegalés.
La puesta en marcha del proyecto GTA, así como la del yacimiento petrolífero de Sangomar, sitúa a Senegal entre las economías de rápido crecimiento del mundo. El gobierno, bajo el liderazgo del presidente Bassirou Diomaye Faye, está llevando a cabo una revisión exhaustiva de los contratos de petróleo y gas existentes, incluidos los de BP, Woodside Energy y Kosmos Energy. Esta revisión tiene como objetivo mejorar las condiciones de la petrolera nacional senegalesa y podría permitir, a partir del próximo año, duplicar la participación del Estado en determinados contratos, pasando del 10% al 20%.
Al mismo tiempo, el proyecto de gas Yakaar-Teranga sigue avanzando y se espera una decisión final de inversión en 2025. En busca de nuevos socios, especialmente en Oriente Medio, Kosmos Energy está explorando vías de inversión para apoyar este proyecto estratégico.
La industria senegalesa del petróleo y del gas se encuentra, pues, en un punto de inflexión decisivo, en el que varios proyectos están a punto de entrar en producción. La renegociación de los contratos refleja la voluntad del Estado senegalés de hacer un mejor uso de sus recursos naturales, en un contexto económico global complejo.
Las reformas iniciadas por el Presidente Faye reflejan la ambición de Senegal de maximizar los beneficios económicos de sus recursos naturales, aumentando potencialmente la participación del Estado en proyectos energéticos. Estos pasos demuestran una voluntad estratégica de fortalecer la soberanía energética y garantizar el desarrollo económico sostenible del país.
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