Un informe del Banco Mundial, publicado el martes, insta a Senegal a acelerar sus esfuerzos climáticos para evitar una reducción del 10% de su PIB para 2050.
El nuevo estudio del Banco Mundial, Informe Nacional sobre Clima y Desarrollo (CCDR), sitúa la acción climática en el centro de las prioridades de Senegal para apoyar su ambición de convertirse en un país de ingresos medios altos.
Según los expertos del Banco Mundial, una transición hacia una economía verde no sólo podría reducir los impactos del cambio climático, sino también impulsar el crecimiento y reducir la pobreza.
El documento revela que sin adaptación, el producto interno bruto (PIB) podría disminuir un 9,4% para 2050. Sin embargo, una acción climática más fuerte revertiría esta tendencia y crearía oportunidades para los más vulnerables.
« La acción climática es más que una respuesta a los desafíos ambientales; constituye una inversión en la prosperidad y la resiliencia de Senegal dijo Keiko Miwa, directora de operaciones del Banco Mundial para Senegal.
Para lograr estos objetivos, el informe recomienda inversiones anuales de 1.360 millones de dólares hasta 2030, luego 530 millones de dólares por año entre 2031 y 2050.
Estos esfuerzos podrían permitir a Senegal crecer un 2% en términos de PIB y reducir la pobreza climática en un 40% para 2030.
El documento también recomienda priorizar el desarrollo de energías renovables e infraestructuras de transporte sostenibles, como la red eléctrica de autobuses de tránsito rápido (BRT) en Dakar, que contribuiría a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la mejora de la calidad del aire, al tiempo que promovería el empleo local.
Resiliencia costera y agricultura climáticamente inteligente
Fortalecer la resiliencia costera, esencial para las comunidades que viven en áreas vulnerables, así como la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, son prioridades importantes para garantizar la seguridad alimentaria y diversificar la economía rural.
El informe también destaca la importancia de invertir en formación profesional y protección social, particularmente para los jóvenes y las mujeres, con el fin de aumentar la resiliencia de las poblaciones a los efectos del cambio climático.
Por último, el Banco Mundial destaca el papel crucial del sector privado, que debería proporcionar alrededor del 40% de la financiación necesaria.
Olivier Buyoya, director regional de IFC para África Occidental, propuso soluciones como bonos verdes e incentivos fiscales para fomentar la inversión privada en infraestructura resiliente.
El Banco Mundial pide reformas estratégicas y una movilización concertada para financiar la transición climática de Senegal. Al adoptar esta visión, el país podría construir una economía robusta y resiliente, alineada con su Visión 2050, para un futuro sostenible y próspero, concluye el documento.
ARD/ac/Sf/APA