“Eso, hoy en día, es muy raro en Francia”, el castillo de Losmonerie, una joya del Renacimiento en plena naturaleza

No muy lejos de Limoges, en la localidad de Aixe-sur-Vienne (Alto Vienne), se encuentra el castillo de Losmonerie. Su propietario nos muestra esta construcción del siglo XVI, que concede un lugar privilegiado a la naturaleza.

A través del bosque podemos ver este magnífico castillo renacentista del siglo XVI, con su edificio principal cuadrado y sus dependencias.

En ese momento estábamos hablando de una casa en el campo. “La casa en el campo es un concepto que también vemos mucho en las ciudades del Renacimiento. Estas son las personas que crearán las estructuras del Estado en el siglo XVI, los grandes servidores del Estado que se construyen casas en el campo para descubrir la naturaleza, mirarla, descubrir sus frutos”, explica con pasión Guillaume de Villelume, propietario del castillo de Losmonerie.

En cualquier caso, el Renacimiento, como muchos períodos, es un período en el que la gente admira la naturaleza.

Guillaume de Villelume

propietario del castillo de Losmonerie

Al acceder al edificio, diferentes estancias quedan a disposición de los visitantes. Hay que atravesar varios de ellos para llegar al gran salón donde se exponen ocho tapices de Aubusson, un conjunto muy raro en Francia. “Lo que es raro es que todavía estén en las paredes para las que fueron hechos, especifica el propietario. Están en estas paredes desde 1750. Esto es muy raro en la Francia actual. Probablemente no hay diez lugares en el país donde los tapices estén en las paredes para las que fueron hechos”.

Los cuadros están creados en torno al tema de la diversión en el campo. “Es muy agradable porque trae la naturaleza a la casa. Tenemos nuestros robles de Limousin, agua por todas partes y pequeños personajes.describe. En general, tenemos ante nosotros la naturaleza invadiendo el salón. Los grandes muros dificultan la visión del jardín, te permiten llevar el jardín a la casa.”

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El propietario quería crear un Jardín del Edén alrededor del castillo. “Es una idea con muchos árboles frutales, algunos de los cuales son inusuales en Lemosín”.

En un terreno, el propietario ha reunido especies de árboles exóticos: “Este es un asiminiere, un árbol muy, muy interesante de América del Norte. Si tiene suficiente calor y humedad, en otoño, produce esta fruta para nosotros. Los indios lo llaman ‘papa’. Es de la familia Anones, es muy, muy bueno. Es dulce, tiene un sabor tropical muy fuerte.

Al caminar unos pasos, encontramos otra curiosidad: “También hay yuzu. Ya sabes, esas mandarinas japonesas que les encantan a los chefs. Por el momento, es una fruta verde muy pequeña, pero se volverá amarilla a finales de marzo o principios de abril, y está buenísima”.

Aunque se acerca el final de la temporada, la casa posee una de las mayores colecciones de frambuesas de Francia. “Hay cien variedades: realeza, tadmor, reliquia, y son diferentes gustos, diferentes colores. Hay amarillos, diferentes tonos de rosa, diferentes tamaños. Los hay que son más o menos dulces, más o menos almizclados, más o menos ácido, largo en boca. Es muy interesante tener diferentes variedades”.

El castillo de Lasmonerie está abierto a los visitantes. Incluso es posible celebrar allí su boda en este ambiente de cuento de hadas.