Para el director de Regulación y Control Ambiental, Baba Dramé, a través de esta evaluación, se trata de tener “un Atlas ambiental del medio marino y costero de Senegal cuyo objetivo es enumerar y mapear todas las áreas y actividades sensibles y vulnerables, tanto en el medio marino como en la costa, con el fin de minimizar los impactos de la explotación de la industria petrolera.“. Recuerda también que este estudio se inició en 2021, después de haber sido una fuerte recomendación de la tercera edición de la Conferencia Nacional sobre Desarrollo Sostenible (Cndd), celebrada en Dakar en 2018 y cuyo tema se centró en “El interés y la relevancia de la explotación sostenible y saludable de los recursos gasíferos y petroleros“. El trabajo del Comité Científico había concluido, afirmó, “que las herramientas de gobernanza requeridas por la industria del petróleo y del gas de que dispone Senegal, así como las débiles capacidades técnicas y operativas de los actores en general y de las administraciones involucradas en particular, no garantizaban el control de los riesgos ambientales y sociales de la explotación del petróleo y del gas..
Para Phillipe Bacoumba Faye, jefe de la Unidad de Gestión de la Unidad Ges-petrogaz, esto permitirá “que el Estado cuente con todas las herramientas para el control y supervisión ambiental de las operaciones de petróleo y gas y finalmente que cuente con una hoja de ruta de monitoreo ambiental“. El Director de Hidrocarburos, Pape Samba Ba, juzga “Que reemplazar la estructura económica con petróleo y gas está fuera de discusión”. Mejor, añade, “Se deben conservar las economías que giran en torno al sistema marino. El estudio proporcionará un marco de referencia para que se puedan concertar de forma científica la convivencia de la explotación pesquera y la preservación del ecosistema marino. El verdadero desafío es implementar los estudios y ahí es donde Senegal tendrá que invertir”.
Fatou NDIAYE
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