¿Podemos hablar de romper el cordón sanitario?
Depende de la definición que le des. En el sentido estricto del término, el cordón sanitario es un acuerdo entre varios partidos para no aliarse con la extrema derecha. No fue renovado y el N-VA siempre dijo que no lo suscribía pero se negó a formar una coalición con Vlaams Belang. Pero en su definición más amplia, el cordón sanitario representa la idea de que nadie colabora con Vlaams Belang. Entonces podemos decir que está roto a nivel local.
¿Cómo podemos explicar la elección de Vlaams Belang como socio y no como otro partido?
Las razones del acceso del partido a la mayoría no son ideológicas. Tampoco podemos hablar de presión electoral, ya que Vlaams Belang apenas obtuvo el 14,6% de los votos, es decir, tres escaños. Pensábamos que esto podría suceder en otros lugares, en algún lugar donde Vlaams Belang obtendría, por ejemplo, alrededor del 40% de los votos. Pero no, es resultado de una dinámica política muy trivial, pero con consecuencias que no lo son porque es la primera vez que ocurre. Las diferencias ideológicas con Groen son demasiado grandes y probablemente Vlaams Belang no tuvo que poner muchas condiciones para obtener la mayoría.
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¿Es probable que se extienda lo que está sucediendo en Ranst?
Los partidos nacionales ya han tomado medidas. El Open VLD y el CD&V, del que son miembros varios cargos electos de listas locales, han decidido excluir a este último. Esta señal tan clara de los partidos nacionales puede resultar disuasoria pero podrían darse situaciones similares en otros municipios porque algunos dirán que no son los primeros en hacerlo.
¿El cordón sanitario acaba de mostrar sus límites?
Está claro que esto no impidió esta vez la coalición con Vlaams Belang en Ranst. Llega un momento en que, por razones triviales, ya no existe la convicción de que no se puede hacer. Pero los partidos nacionales siguen respetándolo.
¿Cómo analiza el ascenso de la extrema derecha en Flandes?
Durante 40 o 45 años ha habido una normalización de Vlaams Belang, eso está claro. Pero es mucho menos importante que en los Países Bajos.
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¿Debemos alarmarnos por esta ruptura del cordón sanitario?
Es preocupante pero no alarmante porque está sucediendo a nivel local. Habrá que ver cuáles serán las consecuencias. ¿Seguirá Ranst siendo la excepción o este precedente animará a otros municipios a hacer lo mismo ahora que se ha dado el primer paso? En cualquier caso, no debemos trivializar este acontecimiento.
