“No sé si seguiré aquí dentro de 30 años, pero vemos a mucha gente llegar a los 100 este año y acabo de ver a Robert Charlebois, todavía en gran forma en el escenario a los 80. Entonces, si después 90 años, podría hablar de los 60 años de Ex Machina, ¡eso estaría muy bien!”, lanzó el dramaturgo el martes al final de una entrevista con el sol con motivo del trigésimo aniversario de su empresa multidisciplinar.
Porque a Lepage y su equipo de Ex Machina no les gusta mirar hacia atrás, prefieren mirar hacia adelante, hacia los numerosos proyectos creativos que les ocupan.
“No somos una empresa nostálgica, rara vez volvemos a ver programas, miramos más lo que viene”, admite. “De todos modos, cuando miro las fotos de las actuaciones que hemos realizado a lo largo de los años, me digo que 30 años es un tiempo largo y agradable. Hemos hecho cosas con él: teatro, por supuesto, pero también ópera, circo, danza e instalaciones”.
El estilo Ex Machina
“Además de todo eso, siempre hemos encontrado cómplices en todo el mundo, por lo que nunca nos faltan proyectos”, afirma Lepage, para quien la pandemia de COVID-19 le permitió realizar la magnitud del volumen de negocios que su empresa logra cada año, así como el número de personas que emplea.
“Un motivo de orgullo que también tengo es ver, como lo vi cuando fui a Berlín recientemente, que la gente se inspira en la forma de hacer las cosas de Ex Machina. Sentimos nuestra influencia en otros países”, continúa.
El estilo Ex Machina consiste, ante todo, en trabajar fuera de las estructuras de producción habituales. “No hay autor para una producción, es verdaderamente una obra colectiva y se desarrolla a lo largo de varios años. Siempre tenemos varios proyectos en marcha en los que trabajamos durante varias semanas repartidas en un largo período de tiempo. Realmente el resultado son obras más acabadas”, resume Robert Lepage.
Aprende de tus errores
“Nos adentramos en muchos terrenos, no siempre resulta fructífero, pero aprendemos de nuestros errores. A veces un espectáculo no es un éxito, pero se aprenden muchas cosas. Ex Machina es también un gran laboratorio”, añade, negándose sin embargo a identificar producciones específicas.
“Sí, hay programas que podemos decir que no fueron ben bueno”, admite humildemente. “Pero no quiero nombrarlos por respeto a las personas que trabajaron en ellos”.
Lepage, sin embargo, no duda en recordar el año 2018, cuando los espectáculos ESCLAVO y kanata causaron controversia respectivamente debido a la baja representación de afroamericanos y nativos en la distribución de estas obras que tenían como temas la esclavitud y la historia de Canadá desde el punto de vista de los nativos americanos.
“Hubo algunos errores muy grandes de nuestra parte, pero nos permitió aprender muchas cosas. Nos empujaron, pero no hay amargura. Aprendimos de nuestros errores”, afirma.
Lepage subraya, sin embargo, que este episodio fue difícil. “Fue difícil porque hubo muchos malentendidos sobre nuestras intenciones. Pero a menudo sucede así, se señala a las personas activas, lo que no les sucede a los que no hacen nada”.
la aventura
Treinta años después, al director todavía le resulta igual de interesante emprender una aventura. “No tenemos una agenda política ni social, somos narradores y muchas veces utilizamos la poesía para contar historias”, resume.
Ex Machina presentará por primera vez la versión revisada de la obra en Quebec el 24 de octubre. Courvilledonde Olivier Normand asume el papel de Simon, que el propio Lepage interpretó en la primera versión.
“¡Olivier está mucho mejor preparado que yo para este papel!”, afirma Lepage desde el principio. “Me retiré como actor para dedicarme a reescribir y dirigir”, continúa. recordando que el espectáculo pasó de 200 a 115 minutos.
“Es más fácil de digerir en esta versión y creo que también es más conmovedor así”, concluye sobre la obra que también se ha representado en Montreal, Francia, Taiwán y Hong Kong, además de ganar tres de los siete Gascon-Roux. premios otorgados en el Théâtre du Nouveau Monde hace unas semanas.