Después de quince días de trabajo y el uso de cincuenta litros de pintura, Makiko Furuichi terminó su trabajo. Un fresco de cincuenta metros de largo que cuenta la historia de la evolución de los seres vivos desde la creación de la Tierra hasta nuestros días.
El martes 30 de abril había muchos curiosos delante del Museo de Historia Natural de Nantes. Estaban observando a Makiko Furuichi que estaba dando las últimas pinceladas a su obra de cincuenta metros de largo. La artista japonesa, que realizó parte de sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Nantes, cuenta la historia de la evolución de los seres vivos sobre la tierra. Desde la creación de la Tierra hasta nuestros días. El toque final: patas de dinosaurio “para que los niños puedan seguir los pasos de los seres vivos”. Quince días de trabajo y cincuenta litros de pintura después, la obra ya está abierta al público. Formará parte del paisaje de la calle Voltaire durante al menos seis meses.
