Cuando Argelia se confunde entre brújulas y sentido común…

Cuando Argelia se confunde entre brújulas y sentido común…
Cuando Argelia se confunde entre brújulas y sentido común…
-

Argelia, en un último ataque de locura diplomática, acaba de dar un paso que se creía reservado a regímenes en completa confusión: convocar urgentemente a los embajadores de los países europeos, con el pretexto de que estos últimos no aplaudieron la decisión ante el Tribunal Europeo. de Justicia (TJUE) sobre el Sáhara, según la APS. Una decisión que roza el delirio por estar desconectada de la realidad geopolítica y que, recordemos, no hace más que confirmar un punto de vista jurídico sobre un expediente que Marruecos, sereno y confiado, sigue dominando en el terreno diplomático. Este gesto, tan simbólico como vano, marca una nueva etapa en la estrategia errática y confusa de Argel, que ya no sabe ocultar su implicación en este conflicto artificial, al tiempo que persiste en proclamar alto y claro que no lo es”. no preocupado “. Una hipocresía apenas velada que una vez más sale a la luz.

Que Argelia afirme que no es parte en este conflicto es una de las mayores mentiras del siglo. Sin embargo, los hechos son abrumadores. Durante décadas, ha financiado, armado y protegido al Polisario, este pequeño títere que sólo existe gracias al apoyo incondicional de su amo en Argel, que llega incluso a utilizar todas las plataformas internacionales posibles para abogar, a menudo de manera indirecta, a favor de esta organización separatista haciendo pleno uso de sus casos de lobby y dinero. Cada aparición en los medios, cada llamamiento al boicot, cada ridícula convocatoria o retirada de embajadores no hace más que confirmar lo que todo el mundo ya sabe: Argelia está en el centro del problema, y ​​no en su periferia.

Pero donde la comedia se convierte en tragedia burlesca es cuando Argelia, en una pirueta diplomática final, intenta hacer creer que la decisión del TJUE sería un duro golpe para Marruecos. En realidad, esta decisión no cambia nada en la dinámica internacional. Marruecos sigue atrayendo un apoyo sólido y cosechando victorias diplomáticas –y no menos importante, como el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sahara–, mientras que Argelia se ahoga en sus propias contradicciones. Una vez más demuestra que no sólo ha perdido el rumbo, sino que además se encuentra en medio de un lógico naufragio. ¿Convocar a embajadores europeos para quejarse de la reacción de sus países? Es una señal de pánico, una admisión de que Argelia ya no sabe cómo contener el colapso de su narrativa sobre el Sahara.

LEA TAMBIÉN: Akhannouch y la política reservada a las personas mayores

Lo más fascinante de este asunto es la obstinación de Argelia en hacerse pasar por víctima de un ” injusticia histórica“, eludiendo sus obvias responsabilidades. Ella es la verdadera protagonista de este conflicto desde hace casi medio siglo. Medio siglo que ha manipulado, financiado y mantenido al Polisario, hasta el punto de sacrificar a su propio pueblo, a su propia riqueza, en el altar de un odio visceral hacia Marruecos. Y hoy, después de décadas de propaganda descarada, se topa con una realidad que la supera: el mundo ha cambiado y Marruecos ha sabido adaptarse. En esta convocatoria surrealista de los embajadores europeos, percibimos la desconexión total de la diplomacia argelina. Pero recordemos que no es la primera vez que se desvía ante el más mínimo fastidio, pero esta vez se trata de una auténtica implosión diplomática. ¿Cómo podemos seguir afirmando que no estamos involucrados en un conflicto cuando nos comportamos como los principales beligerantes? ¿Cómo podemos jugar la carta de la indignación cuando somos nosotros mismos los instigadores del problema?

Pero la verdad es más simple. Si Argelia reacciona de manera tan excesiva es porque siente que la corriente se vuelve en su contra. Aislada y abrumada, busca desesperadamente desempeñar un papel en un juego en el que la suerte ya está echada. Marruecos, por su parte, avanza a pasos agigantados, consolidando su posición en el frente diplomático y económico. Cada consulado abierto en El Aaiún y Dajla, cada nuevo apoyo internacional, supone una bofetada adicional para Argel. Una bofetada que, claramente, ya no sabe cómo recibir. Por lo tanto, no es una coincidencia que Argelia esté tratando desesperadamente de atraer a la opinión pública internacional a su causa, utilizando tácticas dilatorias y acusaciones infundadas. ¿La parte más irónica de todo esto? Ella lucha con la fiereza de un país que defiende sus propias fronteras, mientras dice no estar preocupada. Este doble discurso no sólo es grotesco, sino también totalmente ineficaz y su estrategia es ahora un estrepitoso fracaso. El mundo se da cuenta de su juego y la comunidad internacional ya no se deja engañar. La Unión Europea, los Estados Unidos, África, el mundo árabe: todos entienden que es el meollo del problema y no sólo un espectador neutral.

Y durante este tiempo, Marruecos sigue construyendo, negociando, convenciendo. Mientras su vecino oriental se hunde en la irracionalidad y el delirio diplomático, Rabat avanza con determinación y proactividad. La diferencia es sorprendente y cada vez es más pronunciada. Entonces sí, Argelia ha perdido su norte. Pero peor aún, ha perdido la batalla de la lógica y el sentido común. Al elegir el camino de la obstrucción y la manipulación, se hunde un poco más en el aislamiento y el fracaso.

Para su gran desgracia, Argel, cegado por su odio a Marruecos, lo sacrificó todo. Sacrificó su influencia, su credibilidad y, sobre todo, su futuro. Y hoy es ella quien se encuentra frente a una pared. El mundo gira y ella permanece atrapada en el pasado, aferrándose a ilusiones que se desmoronan bajo sus pies. Marruecos, por su parte, está allanando su camino, imperturbable, hacia un futuro en el que el Sáhara es y seguirá siendo marroquí, a pesar de las gesticulaciones desesperadas de quienes han perdido decididamente el norte… y la lógica con él.

-

PREV Proyecciones de cine con degustaciones vinculadas a las películas proyectadas en el cine Épée de Bois
NEXT El precio de ETH cae a medida que aumenta la inflación: ¿Se puede mantener el soporte de $ 2,350?