Los valles de Roya y Bévéra se recuperan tras el paso de la depresión de Kirk. El río costero que nace en Tende creció con fuerza durante la noche del miércoles al jueves.
En Fontan, el pico de inundación se alcanzó a las 5.25 horas, según el servicio Gemapi (gestión de los medios acuáticos y prevención de inundaciones) del Carf, con una altura de agua de 0,871 m, frente a los 0,456 del pico de inundación del martes.
El miedo a que otras casas se debiliten
En el pueblo, parte de una casa sufrió estas severas condiciones climáticas y se derrumbó en Roya. Afortunadamente, está deshabitada desde 2020 y no hay víctimas que reportar. Este jueves por la mañana, los aldeanos sólo pudieron ver los daños y temer que otras casas se debilitaran, porque todos los edificios están interconectados.
“Llevamos cuatro años viendo cómo se agrietaba la casa, sospechábamos que se iba a derrumbar, anoche llovió mucho, podíamos oír las piedras rodar en el río. Esperamos no tener grandes inundaciones este otoño”explica José.
Es un deseo compartido por los habitantes de Fontane, que se preocupan en cuanto el departamento entra en alerta meteorológica. Para ellos, lamentablemente se trata de una situación estresante que se repite cada año.
Además, los vecinos esperan con impaciencia las obras que asegurarán todas las casas de Fontan.
El martes, los vecinos de Fontan ya estaban decepcionados por el mal tiempo anterior que se llevó parte de los trabajos realizados para consolidar las orillas del pueblo.
Molestia generalizada por la duración del trabajo.