Después de un último parón internacional mixto, con una derrota (3-1) contra Italia y una victoria (2-0) contra Bélgica, Francia se enfrenta a Israel, el rival más débil del grupo, el jueves 10 de octubre (20:45), en Budapest (Hungría). A tres puntos de Italia, la victoria es esencial para los ‘bleus’ si quieren aspirar al primer puesto y a la clasificación para los play-offs. El partido contra Israel se juega en un contexto geopolítico muy tenso.
Un partido reubicado. Debido al conflicto palestino-israelí, el partido debe disputarse en terreno neutral. Desde los atentados del 7 de octubre, hace casi un año hasta el día de hoy, la selección israelí disputa sus partidos en Hungría, país aliado. Como en partidos anteriores, se eligió el Bozsik Arena de Budapest como sede del partido.
Sin Antoine Griezmann ni Kylian Mbappé, un equipo sin líder. Con la retirada internacional de Antoine Griezmann, la indisponibilidad de Kylian Mbappé, la lesión de N’Golo Kanté y la ausencia de Adrien Rabiot, los franceses se encuentran sin un verdadero líder en Hungría. Ousmane Dembélé será el jugador con más partidos internacionales de la plantilla, con 51 partidos internacionales.
Israel, el invitado sorpresa del grupo. En un grupo formado por Francia, Italia y Bélgica, Israel aparece como Pulgarcito. El equipo se clasificó al terminar primero de su grupo en la Liga B. La plantilla israelí tiende a rejuvenecer, sobre todo con Oscar Gloukh (Red Bull Salzburg), presentado como la futura estrella blanquiazul.
