La idea, lanzada por los rebeldes, tenía pocas posibilidades de tener éxito. Como era de esperar, la propuesta de resolución destinada a destituir al jefe de Estado fue rechazada abrumadoramente este miércoles por los 73 diputados de la Comisión Jurídica de la Asamblea Nacional. Para sus promotores, de las filas de Insoumis, este texto tenía como objetivo denunciar el “robo” de los resultados electorales y el “golpe democrático” de Emmanuel Macron.
Sobre el papel, ahora corresponde a la conferencia de presidentes de grupos políticos decidir en un plazo de 13 días si el texto debe pasar a la siguiente fase, es decir, a un examen en el hemiciclo. La resolución propuesta fue presentada el 4 de septiembre, día del nombramiento de Michel Barnier (Les Républicains) como Primer Ministro. El texto recibió una primera luz verde el 17 de septiembre de la Oficina de la Asamblea Nacional.
Si los socialistas hubieran aceptado transmitir el texto a la Comisión de Derecho, también habían advertido que votarían “por unanimidad” contra este procedimiento que, según ellos, corre el riesgo de “dar una nueva legitimidad” al jefe de Estado porque está “condenado al fracaso”. al fracaso”.
Este miércoles, François Hollande consideró que esta propuesta “no tiene sentido ni futuro”. Y para defender: “No estoy por el nocaut, estoy para que el país salga adelante”.
La Agrupación Nacional también había descartado votar a favor de este texto, mientras Marine Le Pen denigraba una “maniobra tabaquera” de la “extrema izquierda”. Lo mismo hizo el pequeño grupo centrista de Liot: “Este procedimiento no tendrá éxito”, por lo que “nos interesa muy poco”, declaró el martes el diputado Olivier Serva.
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