“Estaba hablando con una señora cuando escuché a alguien gritar: ‘¡Cuidado, que tiene un arma!’ Eran las cinco de la tarde, en Thiviers, me dije: no, esto no puede pasar”., dice Aubin, de 24 años. El ex caminero del municipio intervino, el martes 16 de abril, en la plaza del Campo de Feria de Thiviers, para desarmar a un hombre que blandía una pistola de alarma. Los transeúntes lo ayudaron a controlarlo hasta que llegó la policía.
“Era una amenaza, para sí mismo y para los demás”, asegura hoy Aubin. A última hora de la tarde de ese día, había “niños, familias” en la plaza. Un hombre sale de su autocaravana estacionada y muestra lo que parece un arma real. “Le dije: Señor, baje esta arma. Me insultó, me amenazó”., explica Aubin. Asustadas, una madre y su hija se esconden cerca entre dos coches.
“¡Cuidado, tiene un arma!”
“Si te van a disparar, más vale que intentes algo”.el joven piensa entonces: “Lo agarré del brazo, lo dejé caer y el arma se disparó. Teniendo en cuenta el daño que le hizo a mi abrigo, no era un juguete”. Con la ayuda de otros transeúntes, controla al hombre armado hasta que llega la policía.
El arma era en realidad una pistola de alarma, cargada con balas de fogueo. Según la fiscalía de Périgueux, “El autor utilizó una pistola de alarma para asustar a un individuo que lo presionaba y amenazaba”. Detenido bajo custodia policial, el hombre de 40 años es objeto de un proceso judicial, por “violencia armada”. Es citado ante la delegada del fiscal en mayo.
