El activista, el intelectual y el escritor

El activista, el intelectual y el escritor
El activista, el intelectual y el escritor
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Por Mohamed Kerrou- Se trata de un libro que se puede leer de una sola vez ya que la escritura límpida y rica del texto acompaña, embelleciéndola, una reflexión política muy sostenida. La de un notable intelectual de la izquierda “perspectivista” cuya carrera carcelaria estuvo acompañada de una crítica al compromiso cívico. Y no en vano Mohamed Salah Fliss dedica este libro de entrevistas a un distinguido camarada, Gilbert Naccache, a quien rinde homenaje junto con un oportuno análisis del perfil del activista de izquierda (págs. 87-91). Para Fliss, Gilbert Naccache encarna, con su fuerte personalidad, la figura del intelectual comprometido e irreductible, que difícilmente se doblega ante la violencia del poder, al tiempo que se distingue por una ética humanista y un profundo sentido de amistad. El narrador interpreta la actitud original de Naccache por su estatus militante específico (“proveniente de un horizonte cultural diferente”) y su rechazo al “populismo”, este sentimiento difuso entre los activistas de izquierda. También fue al día siguiente de la partida de Gilbert que nació el proyecto de entrevista propuesto por el académico Mohamed Chagraoui al ensayista Fliss, que ya había publicado cinco libros dignos de interés: Patria de las estrellas, estoy aquí; el tío Hamda, el portero; Detenido en mi patria; Viviendo en mi nombre. Ensayos críticos; El amor no me mintió.

En torno a esta abundante obra literaria, se estableció un diálogo fructífero entre Fliss y Chagraoui con preguntas y respuestas divididas en tres partes: el contexto local y global que determina la trayectoria del activista; la actitud intelectual hacia los caprichos de la historia política y, finalmente, las cuestiones axiológicas y políticas de la escritura conmemorativa. En la presentación del libro, el analista Chagraoui no deja de resaltar las constantes de la “obra inclasificable” de Fliss con sus reflexiones alimentadas por un soplo de libertad. Entre las grandes líneas de fuerza destaca la memoria como perspectiva de construcción de la personalidad y el futuro del autor y la referencia permanente al individuo-sujeto, productor de sentido y actor de la Historia. El resultado es una escritura de la memoria de la emancipación que revela una legibilidad de la vida política e intelectual de los años de Bourguiba (1956-1987), rompiendo con la memoria oficial juzgada por Chagraoui como “totalmente sectario y fundamentalmente reduccionista” (pág. 15), o incluso “truncado, falsificado, politizado, orientado…” (pág.17). Por supuesto, podríamos discutir este juicio de valor que aún está por demostrar, con textos de apoyo, ya que es cierto que el discurso oficial y la memoria burguibiana se basan en documentos históricos y en argumentaciones racionales, a pesar de su sesgo político y el culto a la personalidad del “líder histórico y carismático” quién fue Habib Bourguiba, el fundador del estado nacional. Ni que decir tiene que la memoria plural no se limita a la memoria de Bourguiba y que va más allá de la narración axial de Bourguiba –la “Conferencias Ipsi” de 1973 – y la historiografía establecida por Mohamed Sayah. De hecho, incorpora las memorias de antiguos compañeros, activistas y servidores del Estado, el más reciente de los cuales es el testimonio del ex ministro Driss Guiba, Sur le chemin de Bourguiba (Cérès, 2024).

Lo que queda es que las observaciones inteligentemente combinadas y desarrolladas por el analista Chagraoui y el analizante Fliss merecen una mayor visibilidad, acorde con la legitimidad de la “voz de la juventud” de la época que apunta a cambiar el discurso y el poder, especialmente porque es. “parte integral de la dinámica de nuestra sociedad” y “uno de los auténticos productos de un despertar intelectual y cívico”. La fuerza de este discurso alternativo reside precisamente en su capacidad para llenar un “memoria vacía”para evitar «victimismo» ambiente de activistas de izquierda y proponer, adoptando un espíritu crítico, “nuevos impulsos y nuevos horizontes” para el pensamiento y la práctica políticos.

La riqueza de las entrevistas en cuestión, que se evidencian claramente en la sinceridad y claridad del tema, es permitir un viaje en el espacio y en el tiempo, desde el asunto de Bizerta –la ciudad “mártir”– hasta el movimiento de las “Perspectivas”. -Al ‘Amel Ettounsi”, repasando temas relacionados como la independencia de Túnez, los conflictos políticos, los defectos de la clandestinidad, el perfil del activista de izquierda, la cuestión de los derechos humanos y la pena de muerte, etc. Entre los temas fascinantes y controvertidos de la opinión pública se encuentra, evidentemente, “el retrato de Bourguiba” (págs. 83-87), que parece asumir un lugar central debido al papel histórico del “líder nacional”, así como a la perspicacia de Fliss al pintar un cuadro matizado que denota una evolución del punto de vista, de lo subjetivo a lo objetivo. . Teniendo en cuenta la complejidad del personaje y la situación histórica de transición en Túnez, el análisis destaca los abusos, las crisis de legitimidad, los errores de elección resultantes del poder personal y el “naufragio de la vejez”. Tantos elementos que en conjunto terminaron generando el golpe de Estado del 7 de noviembre de 1987, sin olvidar las prácticas represivas hacia los opositores políticos. La valoración establecida, a pesar de las críticas radicales que no tienen en cuenta la profundidad de las reformas bourguibianas, está argumentada racionalmente sin ceder al sentimiento de odio y venganza por parte de un hombre libre que es “permaneció de pie” preservando su dignidad en cautiverio. Todas las entrevistas destacan, en esencia, por la lucidez, la honestidad y la esperanza de una vida mejor a la que aspiran las nuevas generaciones en simbiosis con el sacrificio voluntario y desinteresado de sus antecesores.

En resumen, este libro se nos presenta como un diván de psicoanálisis político, donde el analista Chagraoui ofrece al analizante Fliss, que no deja de evocar finamente la figura del padre, la oportunidad de “trabajar” sus ideas realizando un verdadero “curar” de memoria del pasado y del presente, estas dos facetas inseparables de lo actual y lo contemporáneo. En un momento en que el país parece intelectualmente exangüe, debido a la extinción del debate político e intelectual, no puedo recomendar lo suficiente que lean este libro, cuya inspiración no deja de evocar esta formidable sensación experimentada y expresada con tacto por Fliss. : “el tiempo de leer, como el tiempo de amar, amplía el tiempo de vivir”. (Daniel Pennac).

Patria, escribo tu nombre (Escritura, memoria, libertad). Entrevistas con Mohamed Chagraoui, Túnez
Mohamed Salah Fliss
Ediciones Chema, 2024, 160 p.

Mohamed Kerrou

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