Es decir ataques donde se golpea la cabeza diez veces contra la mesa de café de la sala, muerde a su hermana y tiene pensamientos obsesivos en la cabeza. El más recurrente: trepar por el portón del jardín de la casa familiar y convertirse en tren. Por amor fraternal, Olive hará todo lo posible para ayudar a David a realizar su sueño.
Tres libros que La Libre recomienda esta semana
gran maestría
En 2021, ha habido numerosas y elogiosas respuestas a la excelente primera novela de Abigail Assor (Tan rico como el rey ★★★) que creció en Casablanca. Al relatar el romance entre un aristócrata rico y una joven, describió los defectos de una sociedad marroquí plagada de desigualdades. Un libro potente que fue finalista del Goncourt du Premier roman y le permitió recibir el premio Françoise Sagan.
Aquí encontramos la maestría narrativa de Abgail Assor para contar, esta vez, las disfunciones de una familia de los años 2000, vistas a través de los ojos de una niña que ve sufrir a su hermano. Un nacimiento doble precoz que “destrozó” los sueños de unos padres artísticos, un padre torpe y casi ausente, una madrastra omnipresente que juzga constantemente la educación proporcionada por la madre. Una madre un tanto mítica, impotente ante las crisis del pequeño y que empieza, poco a poco, a perder la paciencia, hasta el punto de volverse débil, incluso abusiva.
Algunos despidos
A pesar de redundancias a veces evitables, de un pequeño anacronismo (las galletas Oreo que devoran los niños de camino a las vacaciones se comercializaron en Francia desde 2010), la pluma de Abigail Assor sigue siendo tan sutil como siempre para sumergirnos, en pequeños toques, en atmósferas tóxicas. Todavía recordamos a la madre de Driss frente a Sarah en Tan rico como el rey.
“Provoco derrames cerebrales en personas que me irritan”
La autora de treinta años analiza con precisión la impotencia de una familia ante el sufrimiento de un niño, la crueldad de los niños y las desigualdades de género en el patio de la escuela. Abigail Assor también tiene el don de aportar poesía a esta crisis y encontrar la imagen adecuada que resucite un recuerdo enterrado o nos transporte a una época. Las gotas que caen del cono de helado sobre la arena, la madre revolviendo “cucharas grandes de madera para patatas en aceite” o las horas dedicadas a jugar al “serpiente” en el Nokia 3310. Mítico…
⇒ La noche de David | Novela | Abigail Assor | Gallimard, 192 págs., 19,50 €, digital 14 €
EXTRACTO
“Al llegar a la escuela, en medio del gran ruido del patio de recreo, hicimos nuestras leyes y las respetamos. No hay más ministro que un niño de escuela primaria”.