El grupo editorial Madrigall interpone un recurso contra la decisión de la Comisión de Competencia que le exige permitir el suministro directo en condiciones francesas a Payot. Según él, Comco se basa en una interpretación errónea de los hechos y del derecho.
En un breve comunicado de prensa solicitado por Keystone-ATS, Madrigall escribió que había decidido apelar la decisión de Comco ante el Tribunal Administrativo Federal, después de haberla leído. La decisión de Comco, hecha pública el jueves pasado, afecta a las relaciones comerciales del grupo francés con las librerías Payot en Suiza.
Considera que Comco “se basa en una interpretación errónea de los hechos y del derecho, por lo que considera erróneamente un ‘abuso de poder relativo de mercado’ por parte de Madrigall”. Éste se había negado a entregar a Payot sus libros en las condiciones habituales válidas en Francia.
El grupo suizo depende de Madrigall, subrayó Comco. No dispone de fuentes alternativas de suministro “suficientes y razonables”. Renunciar a las ventas de libros de Madrigall tampoco es una opción realista.
En este contexto, Comco considera “abusivos” los precios de compra ofrecidos por Madrigall a Payot. El grupo francés está ahora obligado a permitir al librero francófono abastecerse directamente desde Francia.
Isla de alto costo
Comco basó su decisión en las nuevas disposiciones relativas al poder relativo de mercado, tras la iniciativa de precios justos destinada a luchar contra la “isla suiza de los precios altos”. Antes del recurso, Payot esperaba que la aplicación de la decisión de Comco tardaría “algunos meses”.
La empresa francófona presentó en otoño de 2022 una denuncia contra el grupo francés, denunciando un aumento del precio de los libros y una distorsión de la competencia. Su entonces director general, Pascal Vandenberghe, habló entonces de “extorsión”, provocando diferencias de precios en las tiendas del 35% al 50% con respecto al precio posible si Payot pudiera comprar en Francia.
Inevitable
Madrigall es uno de los mayores grupos editoriales franceses. Incluye una quincena de editoriales, entre ellas Gallimard y Flammarion, y publica numerosos autores premiados. Al presentar la denuncia, Pascal Vandenberghe explicó que el 90% de los libros franceses vendidos en la Suiza francófona procedían del gigante francés.
Antes de apoderarse de Comco, Payot había intentado durante meses, en vano, negociar con el grupo editorial. Por cierto, Vandenberghe también denunció una distorsión de la competencia con el grupo Fnac Suisse, que puede importar sus libros directamente desde Francia beneficiándose de los precios de compra franceses.
hl, ats