Hauterive, una antigua ciudad del sector Mingan de Baie-Comeau, vuelve a la vida a través de las páginas de Una vez fueron Hauteriveuna obra histórica de Robert Garon. El autor cuenta la historia de esta comunidad construida sobre la valentía, la cooperación y la resiliencia, rasgos que marcaron a sus primeros habitantes.
Para Robert Garon, la idea de este libro nació de una simple observación: ninguna obra documentó la historia de Hauterive.
“Quería contar la historia a partir de los ciudadanos que vivían en la ciudad. Yo mismo crecí en Hauterive, antes de partir para realizar mis estudios universitarios”, explica.
Se remonta así a los inicios del municipio, alrededor de 1948, cuando el territorio era sólo un vasto bosque. Los primeros habitantes tuvieron que hacer gala de valentía para asentarse en terrenos arenosos, muchas veces sin acueductos ni alcantarillados. “La gente era un poco autosuficiente, cada uno por su cuenta”, subraya el autor.
Cooperación y resiliencia
La historia de Hauterive es también de gran solidaridad. Entre 1948 y los años 1950, dos grandes fases de desarrollo marcaron la ciudad: primero la meseta, con calles como el Boulevard Blanche, y luego la colonia, incluido el barrio de Saint-Sacrement. En este último sector, las tierras pantanosas se han transformado para la agricultura, un gran desafío para los recién llegados.
A pesar de las difíciles condiciones de vida, la solidaridad entre las familias fue ejemplar. “Varias familias vivían en la misma casa mientras se entregaba la suya propia. A veces había dos o tres familias viviendo en la misma casa. Duró al menos diez años, si no quince”, afirma el escritor, que lo ve como una lección para la actual crisis inmobiliaria.
Un proyecto colectivo
Para escribir su libro, Robert Garon hizo un llamamiento a la memoria colectiva de los ciudadanos. Gracias a la pagina de facebook Hauterive sólo hermosos recuerdos.recopiló testimonios y fotografías, a veces con hasta 200 respuestas por publicación.
“Eso me llevó a frecuentar mucho la Société historique de la Côte-Nord para comprobar si lo que me contaban correspondía realmente a la realidad de las cosas. Pero al mismo tiempo, la historia no son sólo hechos, sino también recuerdos”, explica.
El libro, que abarca el período comprendido entre 1948 y la fusión con Baie-Comeau en 1982, es mucho más que un simple relato histórico. Para Robert Garon, es un punto de partida para despertar recuerdos y abrir debates.
“Estoy convencido de que cuando la gente lea el libro, recordará recuerdos, despertará en ellos recuerdos de hechos”, añade, pensando ya en escribir una segunda versión.