En las librerías, “la sobreproducción perjudica la diversidad” (Anne Martelle)

En las librerías, “la sobreproducción perjudica la diversidad” (Anne Martelle)
En las librerías, “la sobreproducción perjudica la diversidad” (Anne Martelle)
-

Después de los años de pandemia y de un período muy próspero en 2021-2022, la situación de las librerías francesas parece más compleja en 2023-2024: ¿es una impresión o una realidad?

Ana Martelle: En 2023 y desde principios de 2024 la actividad apenas se ha mantenido. Este mercado tenso confirma que efectivamente hemos salido del próspero período “post-covid”.

¿Cómo se explica esta contracción del mercado observada en los últimos meses? ¿Está preocupado el SLF?

Ana Martelle: Se trata, en cierto modo, de una vuelta a la normalidad, ya que el mercado del libro está estructuralmente más acostumbrado a evoluciones de un solo dígito que a aumentos o disminuciones de dos dígitos. A los cambios en las prácticas de lectura de libros medidos a largo plazo se añaden la tensión actual en el poder adquisitivo de muchos franceses y un clima de preocupación bastante generalizado que rara vez favorece la compra de libros.

Los libreros se encuentran en una situación difícil: por un lado, márgenes aún bajos y, por otro, salarios poco atractivos para los empleados, a pesar de los empleos cualificados y exigentes. ¿Temes por el atractivo del sector? ¿Cuáles serían las formas de mejorarlo?

Ana Martelle: Tendría un juicio menos definitivo. Nunca hemos creado tantas librerías en Francia y el número de jóvenes que desean unirse a nuestros cursos de formación, en particular a los de la Escuela de Librerías, nunca ha sido tan elevado. Por tanto, la profesión de librero resulta muy atractiva, incluso más que en el pasado.

La dificultad es retener a estos jóvenes a largo plazo cuando los salarios que pueden esperar en otros lugares son más altos. Por eso explicamos a nuestros socios profesionales y a las autoridades públicas que es imperativo implementar medidas que permitan a las librerías aumentar el nivel de remuneración para no perder nuestros talentos. La fuerza de las librerías, que explica por qué logran vender novedades o libros fundamentales que rara vez se venden en otros lugares, son las habilidades de los libreros. Y esta habilidad tiene un precio.

¿Por qué las grandes superficies que dedican sólo el 10% de su facturación al personal, frente al 15 o 20% en las librerías, según el tamaño, tienen descuentos comerciales superiores a los nuestros? La lógica de la ley de Lang sería lo contrario.

La SLF y otras organizaciones de libreros cuestionan la ecorresponsabilidad del librero: ¿cree que aún queda mucho por hacer? ¿Puede un librero ser ecorresponsable si la industria del libro no lo es? ¿Qué opina de las iniciativas más intervencionistas puestas en marcha por algunos libreros, como la “tregua de las novedades” propuesta por la Asociación para la Ecología del Libro?

Ana Martelle: Incluso si todos los estudios muestran que el impacto ambiental dentro de la industria del libro es abrumadoramente atribuible a las actividades de fabricación iniciales, los libreros deben hacer su parte del trabajo. Están muy movilizados sobre este tema.

Vamos a ver los resultados de los experimentos lanzados por algunos libreros para frenar el infernal y, en el sentido literal del término, bastante “estúpido” flujo de novedades. Más allá del desperdicio ecológico que provoca esta sobreproducción, percibimos un cansancio generalizado entre los libreros ante estas incesantes oleadas de novedades.

La mejor manera de defender la creación editorial y a los autores es publicar menos y permitir que todos, editores, representantes, libreros, cuiden mejor los libros dedicándoles más tiempo y atención. En última instancia, la sobreproducción perjudica la diversidad.

Con la crisis del papel y luego la inflación, los precios de los libros aumentaron considerablemente. ¿Cree que la deflación es posible o deseable?

Ana Martelle: En 2023, los precios de los libros aumentaron en un promedio del 3,5%, incluido el 5,4% para los libros de bolsillo, mientras que la inflación fue del 4,9% y estamos saliendo de dos décadas en las que los precios de los libros han caído constantemente en relación con el costo de vida. Por tanto, no hablaría de un “aumento considerable”. Naturalmente, hay que tener cuidado en este asunto. En determinados sectores, el margen de maniobra alcista es muy reducido, en otros, todavía es posible realizar ajustes.

En cualquier caso, las tarifas de los libreros están aumentando considerablemente: desde 2021, por ejemplo, un +10% para los salarios, un +13% para los transportes o incluso un +150% para las facturas de electricidad de las grandes librerías. Si la facturación no crece, los precios y los descuentos tampoco, ¿qué hacemos?…

La ministra de Cultura, Rachida Dati, quiere abrir más librerías, especialmente en los barrios prioritarios de la ciudad. ¿El SLF apoya esta iniciativa? En caso afirmativo, ¿cómo?

Ana Martelle: Acogimos con satisfacción el deseo del ministro de confiar en las librerías para ampliar aún más el acceso a los libros, en áreas prioritarias de la política urbana o en las zonas rurales. Pero hay que mirar cada caso individualmente. En determinadas zonas, la creación de una nueva librería puede llenar un vacío, siempre que el proyecto sea económicamente viable; de ​​lo contrario, es preferible instalar una biblioteca allí.

En otros casos, la creación de una librería, ayudada temporalmente por una subvención, debilitará la red existente. Al final del día, nadie ganará. Nous avons donc indiqué à la ministre que notre priorité était de conforter l’existant, d’autant plus que près de 500 librairies ont déjà été créées depuis 2019, dont plus de la moitié dans des villages, bourgs ou petites villes de moins de 20.000 habitantes.

¿Qué valoración inicial hace el SLF de la ley Darcos y de la tarifa mínima de los gastos de envío? ¿Qué conclusiones extrae el SLF de la encuesta IFOP encargada por Amazon, que revela una contracción de la cesta de compra y un impacto positivo bastante débil de la ley, especialmente para las compras en librerías?

Ana Martelle: Aunque es demasiado pronto para hacer una valoración de la medida, los primeros elementos que nos llegan muestran una pequeña caída de los envíos, en torno al 5%, pero un claro aumento de las reservas, del 15 al 30% según la librería. sitios web. Por principio, damos poco crédito a los estudios encargados y financiados por Amazon y no comentamos sobre ellos.

Todavía me gustaría recordar algunos elementos fundamentales que, lamentablemente, reciben menos atención que estos estudios. La primera es la unanimidad de otros minoristas sobre la necesidad imperativa de esta ley, sin la cual cualquier envío equivale a vender con pérdidas.

LEER – Los libreros exigen un “drástica caída de la producción” de libros

La segunda es que se trata de una batalla para preservar el precio único del libro. En los años 80, Fnac y Leclerc publicaron los mismos estudios que Amazon publica hoy. ¿Qué hubiera pasado si les hubiéramos dado crédito? Ésta es la pregunta que debe hacerse toda la industria.

La posibilidad de aplicar un impuesto a los libros usados ​​está cada vez más clara: ¿la SLF está a favor? ¿Debería limitarse este impuesto a las plataformas, según el sindicato? ¿No corre el riesgo esta medida de restringir el acceso a los libros a una parte de la población?

Ana Martelle: El SLF quiere que se lleve a cabo una reflexión más global sobre la creación y el intercambio de valor dentro de la industria del libro. A este tema también dedicaremos una mesa redonda en los próximos Encuentros Nacionales de Librerías con autores, la Federación de Ediciones Independientes y la SNE.

Esta reflexión nos parece un requisito previo para cualquier propuesta, ya sea que se trate de encontrar recursos al margen del sector, como es el caso del mercado de segunda mano, o dentro de él. Y, en cualquier caso, cualquier nuevo recurso debe beneficiar a todas las partes interesadas, incluidos los libreros independientes que, como vimos anteriormente, realmente los necesitan.

El CNL mide periódicamente el desinterés de los jóvenes por la lectura. ¿Cómo ve el SLF estas cifras? ¿Están verificados en las librerías? ¿Cómo podemos animar a los jóvenes a ir a las librerías?

Ana Martelle: Los libreros se esfuerzan cada día por retener y captar lectores jóvenes a través de sus selecciones, sus eventos, su colaboración con las escuelas, etc. No debemos perder la esperanza. No es porque nadamos contra corriente que no podemos avanzar. Pero para ello es necesario seguir apoyando a los libreros, sobre todo mediante los dos programas que funcionan muy bien: el Pase Cultura, por supuesto, y Jóvenes en las librerías.

¿Qué piensan los libreros sobre la concentración editorial? Frente a los distribuidores, ¿son suficientes los márgenes de negociación?

Ana Martelle: La relación comercial entre los libreros y sus proveedores es desequilibrada. Lo es estructuralmente y la concentración sólo puede empeorarlo. Por eso insistimos en el trabajo cualitativo que realizan los libreros para descubrir obras, seguir defendiéndolas en el tiempo, despertar el deseo de leer, formar nuevos lectores… Es pedagogía. Nos gustaría que fuera más rentable, eso es cierto.

Somos feroces defensores del precio único del libro. Pero, en este contexto, gran parte de la responsabilidad económica recae en la edición-radiodifusión-distribución. Con demasiada frecuencia tenemos la impresión, sobre todo entre los grandes grupos, de que la edición aprovecha las ventajas del precio único sin asumir las responsabilidades que éste conlleva.

Fotografía: Anne Martelle en RNL 2022, en Angers (ActuaLitté, CC BY SA 2.0)

ARCHIVO – Una ecología de la librería en el corazón de RNL 2024

-

PREV “Más allá del viejo muro”: Olivier Terlinden firma una hermosa historia iniciática donde la naturaleza es un personaje en sí misma
NEXT Creysse. “La posibilidad de lo peor…”: un libro de Laurent Wirth