CRÍTICA – Con su segunda novela, el autor explora la disfunción de una familia ante un niño diferente. Tierno y fuerte.
Violencia de gestos, palabras, actitudes. Este texto está escrito al borde de una tensión que está aumentando tanto que fácilmente podría pasar al registro del thriller. La crueldad toma forma, toma forma, se hincha monstruosamente y se instala para no desaparecer nunca hasta el final. Un final que nos deja aturdidos tras tanta ferocidad y fracasos intrafamiliares.
Pero ¿quién es el más disfuncional en esta historia que recorre los primeros diez años de Olive y David? ¿Es la pareja fusionada pero no coincidente formada por los gemelos? David, el torpe, el no amado, el raro comparado con Olive, tan sabio, tan obediente, tan bonito con su tutú de baile y su pelo rojo como su encantadora madre. ¿Es ésta, una madre todopoderosa pero destrozada y abrumada? Por su carrera como actriz se sacrificó para enterrarse en el campo y criar a sus hijos.
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